El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la actividad colectiva kullu wantuy del distrito de Congalla, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica, por la importancia que cobra para la población al reforzar antiguos vínculos comunales que fortalecen la memoria colectiva y la identidad cultural local.
La
Resolución Viceministerial 000008-2025 VMPCIC/MC señala que también recibe el reconocimiento por ser una práctica colectiva tradicional, ritual y de origen ancestral, que consiste en el traslado de troncos recién talados, en medio de cantos y el consumo de hojas de coca, chicha de jora y fiambres. Esto con el fin de utilizar los troncos en distintos momentos del año, a través del trabajo comunitario, para el techado de distintas construcciones de uso común.
Los troncos son desplazados desde el lugar en que son cortados hasta la plaza principal de Congalla, donde se distribuirán para el techado de la casa comunal, centros educativos, templos y puentes, o para posteriores refacciones.
El kullu wantuy involucra a los ochos ayllus que conforman el distrito de Congalla, los que se reúnen para realizar diversas actividades, generalmente a partir de la segunda semana de setiembre, de viernes a domingo.
Al respecto, el viernes, después del atardecer, las autoridades comunales organizan el Watuckikuy, que consiste en visitar las casas de cada familia para convocarlas a que participen, al día siguiente, del kullu wantuy. En estas visitas, comparten hojas de coca, cigarros y caña, mientras las mujeres cantan harawis (sus letras hablan sobre la vida en el campo), acompañadas por la tinya, instrumento similar a un tambor que tocan los varones.
Al Watuchikuy le sigue el ritual del kullu velay o velada del tronco, expresión ritual para pedir permiso a la naturaleza por el tronco que será cortado para que no haya ningún accidente y todo salga según lo esperado.
Preparativos
En la madrugada del sábado, la comunidad se traslada masivamente hacia las zonas de extracción de los árboles, entre las cuatro y cinco de la mañana. Es aquí cuando se designa a los ñahuin, quienes estarán a cargo de guiar a los participantes durante el traslado de los troncos. Antes, se extraían troncos de aliso y sauce; sin embargo, ahora se extraen troncos de eucalipto por su abundancia, resistencia y duración para las construcciones.
Mientras tanto, las mujeres preparan los fiambres, llamados también como merienda o quccao, que constan de comida variada de la zona. Entre las bebidas está el upito, hecho con chicha de jora y harina de maíz, que es lo que más consumirán los cargadores de troncos en cada una de las paradas que, a lo largo del día, realizarán (de cinco a ocho).
La jornada continua con la llegada de los cargadores de cada ayllu a la plaza central de Congalla, quienes colocan los troncos en la avenida principal al lado de esta plaza. Después, los grupos de cada ayllu realizan una vuelta alrededor de la plaza principal, acompañados de los harawis y al ritmo de las tinyas.
Sobre la vestimenta
Cada ayllu se pone de acuerdo sobre el uso de prendas. Los varones visten pantalones de bayeta de lana de la oveja, sombreros tradicionales de Congalla, un chullo, fajas y mantas de algodón con diseños bordados, las cuales son utilizadas para el traslado de diversos elementos. Las mujeres utilizan polleras adornadas con diseños florales, y usan sombreros tradicionales y mantas con las que cargan a sus bebés o transportan objetos y alimentos.