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Andrés Ruzo: el peruano de National Geographic que defiende nuestra Amazonía

ANDINA/Difusión

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07:05 | Lima, dic. 23.

Por Valery Díaz Vásquez

Su bisabuelo Daniel Ruzo de los Heros redescubrió las enigmáticas rocas de piedra de Marcahuasi. Sus abuelos le contaban fascinantes historias como la de Paititi, la ciudad dorada del Amazonas. Hoy, Andrés trabaja en National Geographic y es reconocido internacionalmente por la protección del río hirviente de Mayantuyacu, en la selva peruana

Es un científico geotérmico, conservacionista, educador y comunicador científico. También es presentador del programa premiado por National Geographic Latinoamérica, Misterios del Inframundo.

El ímpetu y carácter agradable que caracterizan a Andrés lo ha llevado a lugares impensables. De muy joven estuvo muy interesado por los enigmas que rodean al Perú y al mundo.

“El Perú es el sitio con uno de los mayores misterios geológicos en el planeta, me gratifica saber que crecí y desarrollé gran parte de mi vida en esta tierra tan llena de historias y leyendas”, afirma orgulloso.

El legado



Recuerda que sus abuelos paternos –la dama de la gastronomía, Teresa Ocampo; y Daniel Ruzo, poeta, criptógrafo, fotógrafo y arqueólogo– le contaban relatos sobre la cultura andina y curiosidades sobre el Perú antiguo.

Esta fascinación por lo desconocido fue piedra angular en su camino posterior de vida.

Con el tiempo, vivió en Nicaragua, su madre es de esa nacionalidad; y en Estados Unidos. Ello le permitió ampliar su bagaje cultural.

Por eso, en un principio estudió pintura y teatro en la Universidad Metodista del Sur de Dallas, Texas. Sentía que con el arte podía comunicar de forma más eficaz. Sin embargo, la geología no tardó en tocarle la puerta y cambió de carrera. Finalmente, se graduó como bachiller en geología y en finanzas.

“La geología te enseña que eres parte de algo más grande, por eso decidí estudiarla. Es una carrera que a mi parecer es más completa, y con la que sabía que podía complementar mi espíritu artístico. No creo en la separación entre arte y ciencia, ambas están estrechamente relacionadas”, refiere.

Explorador innato


Su don innato de explorador lo llevó a estudiar vulcanología en Hawái, y diversas materias ligadas a ese campo en Australia.

En la actualidad, cursa un Ph.D. en Ciencias de la Tierra con énfasis en estudios geotérmicos en su alma mater.

En el 2010 empezó como explorador de National Geographic, pero antes, confiesa, fue actor en una telenovela mexicana mientras estudiaba artes y hasta fue chef.

Ha recibido diversas becas por parte de National Geographic para sus proyectos en el Perú y tiene apariciones en Magazine, Channel y Digital Media.



Es conductor del programa Misterios del Inframundo (Mysteries of the Underworld). Es una serie de exploración y descubrimientos arqueológicos que aplica nuevas y modernas tecnologías de investigación, y se complementa con el análisis de lugares y las creencias de grandes civilizaciones.

Su trabajo ha tenido una amplia difusión en distintos medios de comunicación internacionales, se ha asociado a marcas como BMW, Lego y Coors Light; es orador en eventos internacionales sobre la labor que lleva a cabo; ha escrito el libro The Boiling River y otras publicaciones.

Andrés también ha sido galardonado con diversos premios y reconocimientos de asociaciones y grupos de conservación como el Consejo de Recursos Geotérmicos y la Asociación Estadounidense de Geólogos del Petróleo y Greenpeace.


Proyecto Río Hirviente


A todo ello se suma que desde el 2011 es fundador y director del Proyecto Río Hirviente, una organización dedicada a proteger el río hirviente de Mayantuyacu, ubicado en la selva de Pucallpa.

“Esta área del río hirviente ha desempeñado un papel activo en la investigación de diversos campos como la botánica, antropología, lingüística, chamanismo, entre otros. Además, buscamos trabajar en el empoderamiento indígena y local en la Amazonía peruana central mediante iniciativas económicas educativas y sostenibles”, explicó.

“La meta y misión del proyecto es proteger ese sitio y darle valor”, recalcó.


Las aguas del río hirviente, cuya extensión es de seis kilómetros, superan los 90 grados centígrados y pueden dejar con quemaduras graves a cualquier ser vivo. Para su cada vez más creciente afluencia de turistas, es necesario adoptar una serie de precauciones.

Se declara un enamorado de la selva amazónica del Perú: “Tenemos selvas bajas, selvas altas, bosques nubosos, bosques inundados, grandes pantanos, cascadas, ruinas de la selva, picos montañosos aislados, e incluso el río termal más grande del mundo: el río hirviente de la Amazonía”.

Hay que proteger este espacio natural, subraya.



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(FIN) VDV/RES

Publicado: 23/12/2022