Macarena Arribas Berckemeyer fue excelente alumna en el colegio, pero las matemáticas eran su talón de Aquiles. Para ella la educación es la base de un mundo mejor y dirige una empresa que busca innovarla. Firmó un convenio con el Minedu y en plena pandemia diseñó el proyecto integral 'De tambo a tambo' para escolares del ande que no tienen internet.
No comprender el curso de matemáticas durante su etapa escolar fue lo más frustrante para Macarena. Su adolescencia estuvo marcada por esa emoción, al punto que, cuando su abuela le preguntaba en cada Navidad qué regalo quería, ella le respondía, “solo clases de matemáticas, abuela”.
Recibió ese obsequio en varias celebraciones y logró una formación personalizada que gobernó las angustias de esta joven inquieta y de nombre musical que solo necesitaba otras formas de aprender.
Esa limitación inicial se convertiría después en un superpoder, porque descubrió que le gustaba innovar y romper con estereotipos.
Ingresó a la universidad y por dificultades familiares aprendió a hacerse cargo de su vida de pronto. Empezó a trabajar, increíblemente, enseñando matemáticas a los niños.
“No los soltaba hasta que me entendieran, me di cuenta de que estaba construyendo vínculos con cada uno, porque me contaban su vida, que sus papás se habían divorciado, les sudaban las manos o no podían dormir. Yo estudiaba comunicaciones y publicidad, y decidí especializarme en inteligencia emocional”.
Academia y emoción
Así es como empieza a concebir a su primer hijo,
AprendeMAB.com, en medio de su carrera, con ideas que le recorrían la cabeza como “locomotora”, porque entendió que la educación era lo suyo, pero integral, con un balance entre lo académico y emocional.
En el 2014 creó la empresa y empezó a andar su camino elegido, en donde la perseverancia, empatía y el trabajo en equipo tenían que ser el norte de la enseñanza en cualquier escuela. No fue fácil para “Maca”, como le dicen de cariño, y que, por coincidencia, se asocia a nuestra planta medicinal revitalizante. Ella rememora momentos solitarios y difíciles, porque ofrecer esa visión educativa a padres de familia y colegios fue luchar contra la corriente.
Pero como dice el dicho “Dios aprieta, pero no ahorca”. Una mañana coincidió en una emisora local con la ministra de Educación de entonces, Flor Pablo, a la que comentó rápidamente la labor de AprendeMAB.com. Por esa conversación firmó el convenio con la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (
DRELM) a finales del 2019. Este le abrió las puertas de escuelas públicas de la capital para las que elaboró, entre otras cosas, un curso de habilidades socioemocionales dirigido a maestros, incluido en la
web institucional.
De tambo a tambo
Pero llegó la pandemia, y hubo que enfrentar la deserción escolar de los que viven en zonas andinas sin acceso a internet ni a tecnología.
“Muchos regresaron al campo para apoyar a sus padres, o en otros casos sus progenitores dudaban de la eficacia de un aparato para enseñar a sus hijos”, comenta Macarena.
Firmó otro convenio con el Minedu al que bautizó
“De tambo a tambo”, porque las instalaciones del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (
Midis) creadas en lugares alejados de la sierra para llevar sus programas sociales, los
tambos, se usaron para
reunir a los chicos en un lugar con conexión a internet; y porque una empresa del
Grupo Lindcorp, Tambo, socialmente responsable, financió la iniciativa.
Visitó Puno, Huancavelica, Apurímac, Ayacucho, Piura y Cusco con su equipo. “Es momento de integrar conocimiento y habilidades socioemocionales en las escuelas. Quiero contribuir a reducir brechas sociales, educativas y tecnológicas; revolucionar la educación del Perú. No me imagino trabajar sin un propósito tan poderoso como es la educación”.
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(FIN) DOP/ SMS
Publicado: 25/10/2021