Con el objetivo de fortalecer las capacidades del personal de salud y estar atentos ante posibles brotes de enfermedades metaxénicas, la Dirección Regional de Salud (Diresa) Junín capacitó a 43 profesionales de la salud en “Manejo clínico con anfotericina B para el tratamiento de leishmaniasis”.
La parte teórica se desarrolló en el auditorio del Hospital Daniel Alcides Carrión, donde se albergó a los profesionales de las redes de salud del valle del Mantaro, Chupaca, Jauja, Junín, Tarma, Chanchamayo, Pichanaqui, Satipo y Pangoa, así como del Centro Materno Infantil El Carmen y los hospitales Daniel Alcides Carrión y Julio César Demarini Caro.
El director de la Diresa Junín, Gustavo Llanovarced Damián, destacó la labor del personal de salud y administrativos en la atención apacientes afectados por enfermedades metaxénicas.
“Teniendo en cuenta que gran parte de nuestro territorio es selva, nuestro personal se encuentra alerta ante la presencia de posibles brotes”, señaló.
En la capacitación sobre leishmaniasis se abordó temas como medidas preventivas individual y colectiva, uso de anfotericina como tratamiento alternativo, anfotericina B y cuidados de enfermería, así como la discusión de casos clínicos.
¿Cuántos tipos de leishmaniasis existen?
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado y existen distintas formas de manifestarse; las más comunes son la cutánea y la visceral.
El tipo cutáneo causa llagas en la piel, mientras que el tipo visceral afecta los órganos internos, como el bazo, hígado y médula ósea. Los síntomas son: fiebre, pérdida de peso y aumento de tamaño del hígado y bazo.
Para evitar la leishmaniasis se recomienda protegerse la piel desde el anochecer hasta el amanecer, usar pantalones y camisas de manga larga en campo, uso de mosquiteros y repelente.
En lo que va del 2023, la región Junín reporta 252 casos de leishmaniasis, todos recibieron tratamiento y no se registran defunciones.