La infraestructura vinculada al agua potable y saneamiento de 18 regiones del país podría estar en riesgo ante la activación de quebradas, huaicos y lluvias intensa, precisó el Centro de Monitoreo y Análisis de la Información de Agua Potable – CAMI YAKU, de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass).
Para evitar daños y prevenir afectaciones al servicio de agua potable, el regulador pone a disposición de las autoridades locales, prestadores y la población en general, el mapa de infraestructura de saneamiento en posible riesgo por lluvias y activación de quebradas a escala nacional, herramienta que proporciona información clave para facilitar la toma de decisiones ante desastres naturales.
Este instrumento, desarrollado con información del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), permite una visualización geoespacial a través de mapas interactivos donde se muestran las zonas en riesgo con alertas que indican los niveles de peligro desde moderado hasta extremo y se actualiza cada 24 horas.
Hasta hoy, el nivel de riesgo extremo por la posible activación de quebradas lo atraviesan 12 regiones: Áncash, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Madre de Dios, Pasco y Tacna.
En estos departamentos, se podrían afectar seis plantas de tratamiento de agua potable (PTAR) y 13 captaciones de cinco empresas prestadoras. Asimismo, 300 infraestructuras de 278 prestadores rurales y de pequeñas ciudades.
“Esta es una herramienta preventiva, es un llamado a la acción a las autoridades. Exhortamos a las empresas prestadoras a tener actualizados sus planes de contingencia y que los activen para lograr que la población se vea lo menos afectada posible”, refirió Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Sunass.
Los mapas están en línea, son de acceso público y pueden ser consultados en los siguientes enlaces:
Por otro lado, frente al aumento de lluvias, la Sunass recomendó a los ciudadanos el evitar abrir los buzones de desagüe como medida de drenaje para el agua empozada.
Si los buzones o alcantarillas se abren pueden traer como consecuencia la obstrucción de las redes de alcantarillado, ya que las aguas empozadas trasladarán consigo piedras, lodo, y otros desechos, que pueden provocar el atoro de las tuberías y desencadenar el colapso del sistema.
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(FIN) NDP/TMC
Publicado: 13/2/2025