Como cada año, hoy 3 de mayo, desde muy temprano, la Diócesis de Tacna y Moquegua dio inicio a la Festividad de la Santísima Cruz, con la celebración de una misa en la catedral de Tacna que contó con la participación de 300 cruces que fueron llevadas por fieles y devotos.
Los crucifijos elaborados en madera, tuvieron como punto de encuentro la avenida Bolognesi desde donde formaron fila para dirigirse hacia la calle Arequipa y luego avenida San Martín para finalmente ingresar a la Catedral de la heroica ciudad para participar en la misa central.
Durante la eucaristía, el obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, monseñor Marco Antonio Cortez Lara, invocó a los fieles a rendir devoción de forma moderada, dando énfasis en el significado de la cruz, así como acercarse a Dios no sólo en esta fecha sino de manera continua.
“Hay que respetar a la cruz, porque el Señor estuvo en la cruz para salvarnos. Qué pena sería que para más de uno sólo cuatro fechas existen para asistir a misa, el domingo de ramos, las cruces, el día de la madre y cuando están en el cajón para que le celebren la misa. No sólo seamos creyentes para pedir al señor la casita, el camión que queremos, sino entregar algo de nosotros, nuestro tiempo, caridad, la capacidad de ser justos y honestos”, expresó.
Al culminar el acto litúrgico, las cruces junto a sus devotos salieron hacia el atrio de la Catedral para la tradicional bendición que fue realizada por el obispo Cortez Lara. Luego cada una de las cruces se dirigió hacia los establecimientos donde serán veneradas por sus fieles.
El obispo manifestó que la celebración se ha convertido en una tradición, que año a año convoca a cientos de fieles que rinden devoción a la cruz.
Monseñor Cortez Lara mencionó que semanas previas a la festividad se realizó una preparación espiritual a los encargados y alferados responsables de las cruces, con el objetivo de concientizarlos sobre el sentido de devoción hacia la Santísima Cruz, que representa el sacrificio de Jesucristo.
Sanciones por excesos
Durante la preparación a los responsables de las cruces, se les instó a no cometer excesos durante las celebraciones, debido a que años anteriores la festividad fue objeto de cuestionamientos por el consumo de licor y escándalo de los participantes.
“Se ha podido ver que ya no hay situaciones que lamentar o que ameriten estar expuestos a las críticas, se puede reflejar el trabajo pastoral en el cambio de comportamiento y en la forma de celebrar”, expresó el encargado de la preparación, Pbro. Orestes Mamani Roque.
La sanción para la delegación que incurra en excesos, como escándalos, grescas y uso de vías públicas, es la suspensión de la celebración. “Se retiene la cruz y el devoto o alferado estará impedido por 10 años de participar”, dijo.
El religioso también mencionó que a las charlas de preparación asistieron responsables de cruces de devoción, que agrupa sólo a miembros de familias; también cruces comunitarias que pertenecen a vecindarios o comunidades, y las cruces de alferados.
Comentó que las celebraciones de cruces familiares comprenden el desarrollo de misas y compartir en familia. Mientras que las cruces que agrupan vecindarios su celebración implican una misa, comida y cambio de manto. En cambio, las de alferados son con orquestas, bandas de músicos, danzantes y banquetes.