Con un centro histórico colmado de joyas arquitectónicas que la han elevado a la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, Lima es una ciudad fascinante que se ofrece como un regalo para quienes deseen recorrerla a pie, perdiéndose entre sus callecitas de antaño, cargadas de historia y tradición.
Fundada en el año 1535, por el conquistador español Francisco Pizarro, y conocida como la “Ciudad de los Reyes”, se precia de tener una serie de iglesias y templos de hermosa arquitectura con estampas para el recuerdo, cargadas de una fe viva que es alimentada de generación en generación.
De estilos variados, los templos de Lima son una excusa perfecta para conectarse con la parte más religiosa de la ciudad, convertida durante la colonia en el centro católico de toda la región.
Un buen punto para arrancar el recorrido es la Basílica catedral y el Museo Palacio Arzobispal, ubicados en la Plaza Mayor. Además de piezas de arte, guarda los restos de Francisco Pizarro y alberga un museo de arte religioso.
Es común verla rodeada de turistas que han hecho de su gradería un lugar clásico para las fotos del recuerdo durante su paso por Lima. Frente a ella se encuentra la Municipalidad de Lima y a su costado se levanta la sede del mayor poder político en el país: el Palacio de Gobierno.
Ambientada siempre con una luz tenue y el murmullo de los rezos constantes, la Basílica Catedral es un punto de visita obligatorio para quienes estén de visita en la ciudad o para los que paseando por el centro de Lima busquen un lugar íntimo donde conectarse con el Creador.
El poder Nazareno
De todos los templos que alberga el conocido Damero de Pizarro, hay una que se precia de haber cosechado fama mundial: La Iglesia Las Nazarenas y santuario del Señor de los Milagros.
Ubicada en el Jr. Huancavelica con la avenida Tacna, aloja la venerada pintura del Señor de los Milagros. En el centro de su altar se encuentra la representación de un Cristo sufriente, junto a su madre, la cual fue pintada en una pared que sobrevivió los terremotos de 1655, 1687 y 1746.
Cada año, en el mes de octubre, la imagen del Cristo Morado o Cristo de Pachacamilla recorre las principales calles paralizando la ciudad en una de las procesiones más multitudinarias e importantes del país y el mundo.
Santuario de Santa Rosa de Lima
Ubicado en la cuadra 1 de la avenida Tacna, el santuario fue edificado entre los siglos XVII y XVIII, alrededor de la ermita que la santa patrona de las Américas, Indias y Filipinas construyó en 1614.
Iglesia de San Pedro
Edificada en el siglo XVII, es considerada una joya del del período colonial. Ha sido administrada por los jesuitas desde 1638. Presenta tallas de estilo morisco, altares barrocos y azulejos vidriados.
Se ubica en la intersección de los jirones Azángaro y Ucayali. Cuenta con una impresionante colección de retablos de los siglos XVII, XVIII y XIX, además de hermosas pinturas coloniales. A lo largo de este tiempo ha sido escenario de grandes bodas y ceremonias religiosas.
Iglesia y convento Nuestra Señora de La Merced
Es una de las construcciones religiosas más bellas de la ciudad. Se ubica discretamente en la cuadra seis del siempre dinámico jirón de la Unión. Fue fundada en 1535.
Su fachada es considerada una obra de fineza particular de estilo barroco churrigueresco limeño. Después del terremoto de 1746, la iglesia fue parcialmente restaurada. Sus columnas salomónicas son consideradas una reliquia histórica y artística de gran calidad estética, las cuales fueron fabricadas en un granito original de Panamá, el que fue traído en los buques que venían a cargar minerales en el Callao. Su portada tiene tres cuerpos construidos en piedras de color gris y rosado. En la parte central se ubica la imagen de la Virgen de las Mercedes.
Su única torre, iniciada en 1539, debía ser más alta, pero fue rebajada a raíz del terremoto del 20 de octubre del año 1687. En su interior guarda retablos de diversos estilos, esculturas y pinturas consideradas joyas del arte virreinal.
Iglesia y convento de San Francisco
Más conocida como el templo de las palomas, la Iglesia de San Francisco fue construida en el siglo XVII. Se caracteriza por su fachada de estilo barroco con dos imponentes torres que sirven de hogar para cientos de aves que atraviesan el centro de Lima.
Entre sus mayores atractivos destacan sus catacumbas, un antiguo cementerio subterráneo que son la reliquia de este conjunto monumental conformado por la iglesia y convento (museo), el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad y la Capilla del Milagro: Patrimonio Cultural de la Humanidad nombrado por la UNESCO.
El templo es punto de reunión además de los devotos de San Judas Tadeo, conocido como el santo de las causas difíciles. Cuenta con una biblioteca en la que alberga más de veinticinco mil volúmenes. Pueden visitarla en el Jr. Áncash esquina con jr. Lampa.
La Iglesia de Santo Domingo
Quien la recorre puede sentirse como transportado a otro mundo, protegido del bullicio y agitación que caracteriza la ciudad. En sus tierras reposan los restos de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima y San Juan Macías, tres santos que han marcado profundamente la identidad religiosa del Perú.
Tiene un hermoso campanario, con diseño colonial, desde el que se tiene una de las mejores vistas del Centro Histórico de la capital. Recorrer su convento es uno de los regalos más gratos para la vista, dada la belleza de su construcción y los increíbles azulejos sevillanos que decoran su interior.
Ubicada en el cruce de la primera cuadra del jirón Camaná con la segunda cuadra del jirón Conde de Superunda, la iglesia comenzó a funcionar en 1551 por lo que es una de las más antiguas y bellas de Lima.
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(FIN) KGR
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