La presencia del Fenómeno El Niño Costero es inminente. Por ello, las acciones que se tomen deben estar enfocadas a prevenir los peligros y mitigar los riesgos que este fenómeno climático implica. Estamos a tiempo.
El Océano Pacífico siempre presenta un proceso de oscilación de su temperatura. Su fase cálida es conocida como El Niño, mientras que la fase fría se conoce como La Niña. Estas oscilaciones siempre existen, son permanentes, dependiendo de su intensidad se generan los fenómenos climáticos.
“Esta oscilación siempre existe y lo que se monitorea es el tiempo que permanecerá, puede ser por tres meses seguidos o más. Hay indicadores que determinan la temperatura, pero la idea es demostrar que es un fenómeno que siempre está presente”, comentó el líder de la Consultora de Riesgo Inmobiliario de Marsh Perú, Luis Enrique Matías.
Para el ejecutivo, ahora nos encontramos en una circunstancia especial, pues El Niño Costero se presentó en una situación de cambio climático y calentamiento global. “Estamos rompiendo récords en el mundo en lo que al clima se refiere. Vemos cambios en España, Irán, Estados Unidos, con temperaturas pico, y deshielos en los zonas árticas. Esta oscilación nos encuentra en un momento en donde afrontamos los efectos de un calentamiento global, lo que probablemente genere un Niño Costero potencialmente fuerte”, refirió en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Impacto empresarial
Pero, ¿cómo impactan estos fenómenos climáticos en el desempeño de los diversos sectores empresariales del país?
Para el representante de Marsh Perú, los efectos climático se pueden presentar de manera directa e indirecta. “Si nos enfocamos directamente, los fenómenos climáticos afectan a las empresas, por ejemplo, destruyendo sus instalaciones o sus equipos y maquinarias; mientras que los efectos indirectos se observan, por ejemplo, en la incapacidad de transportar bienes por la destrucción de alguna carretera o puente, la falta de energía eléctrica, entre otros problemas de ese tipo”, refirió.
En ese sentido, Matías sostuvo que, por lo general, los seguros cubren impactos directos.
“Sin embargo, por ejemplo, si una empresa pierde energía o su producción se pierde porque no puede transportarla, esos factores no cubre un seguro, salvo que se adquiera lucro cesante contingente, algo que no es común, pero, en estos casos, es importante tomar este tipo de coberturas”, explicó.
Tiempo de actuar
Para el ejecutivo, en realidad, desde marzo de este año ya se está sintiendo el impacto de El Niño Costero, con variaciones climáticas que, se espera, no se agraven más adelante. No obstante, asegura, nos encontramos en una ventana de tiempo que debe aprovecharse para mitigar los efectos ineludibles de este fenómeno climático.
“Tenemos octubre, noviembre y diciembre para poder tomar todas las medidas de previsión para afrontar los efectos de El Niño Costero. El tema es gestionar el riesgo, hay espacio y tiempo para hacerlo, a diferencia de otros fenómenos, por ejemplo, los sismos, que nos pueden sorprender sin previo aviso. En este de fenómeno hay margen para poder gestionar”, detalló Matías.
Fases a considerar
En ese sentido, el ejecutivo definió siete fases en el proceso de gestión de riesgo. “La primera es estimar el riesgo y es lo que todos debemos hacer, entidades, empresas e instituciones. Debemos estimar nuestros riesgos y determinar nuestras vulnerabilidades, es decir, dónde hay mayor riesgo y ahí enfocar nuestros esfuerzos”.
La segunda fase, agregó, es la prevención. “La tercera fase y quizás la más importante es la reducción, es decir, reducir la vulnerabilidad identificada, reducir el peligro. No se puede evitar las lluvias, no se puede evitar el desborde de los ríos, pero se puede reducir la vulnerabilidad, proteger la casa, la empresa. Ese debe ser el énfasis: en prevenir y reducir la vulnerabilidad”.
Las siguientes fases: preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción; son reactivas. “Desde ya se pueden hacer planes de contingencia. Es muy importante trabajar en reducir la vulnerabilidad, partiendo, en primer lugar, con la asesoría especializada para identificar dónde están los puntos críticos y enfocarse en ellos”.
Algunas cifras
Por su parte, el gerente de Operaciones de Reclamos de Marsh Perú, Aldo Stagnaro, detalló que, en el 2017, el Fenómeno El Niño Costero tuvo un impacto en la cartera que atendió Marsh, considerando que la empresa tiene una participación en el mercado peruano del 30%, de 256 millones de dólares en lo que a reclamaciones indemnizadas por las aseguradoras locales se refiere.
“En lo que respecta a este año, considerando el ciclón Yaku y el Fenómeno El Niño, tenemos reclamaciones por 42 millones de dólares, en el primer caso; y 33 millones de dólares en el segundo, registrados entre marzo, abril e inclusive mayo”, detalló el ejecutivo.
Stagnaro precisó que, en el caso del ciclón Yaku, en aproximadamente en 15 días que duró el fenómeno climático en el país, se produjeron daños muy fuertes.
“El Fenómeno El Niño este año ya es una realidad, por lo que corresponde ahora mitigar el riesgo. Si las aseguradoras saben que esto es inminente, entonces ya no hay riesgo, pues pasará de todas formas. Se trata, entonces, de una certeza. Sería ilógico que quieran asegurar algo cuando precisamente eso que se quiere asegurar terminará dañándose”, comentó al respecto el abogado principal de la empresa aseguradora, Benito Pedemonte.
En ese sentido, dijo, para los sectores económicos la opción de transferencia se puede volver más cara o mucho más limitada.
“Evidentemente, en este concepto de transferencia, las aseguradoras no estarán interesadas en suscribir un riesgo que ya no lo es. Lo que es responsable hoy es mitigar y prevenir cuando este fenómeno climático se encuentre en un nivel pico”, refirió.
Por tal motivo, añade el gerente de Operaciones de Reclamos de Marsh Perú, actualmente las renovaciones de pólizas se están complicando a raíz de esta situación. “Aún no se sabe si el fenómeno será fuerte, moderado o débil, pero de que ocurrirá no hay duda alguna”.
Además, precisa, las aseguradoras ya tienen identificadas las zonas que serán afectadas por estos efectos, debido a la experiencia de años anteriores.
“Lo más probable es que estas mismas zonas vuelvan a afectarse, por lo que están haciendo inspecciones y estableciendo condiciones para otorgar pólizas. Es un momento complejo para la transferencia de riesgo, por lo que la prevención es fundamental”, aseveró.
Datos
- El Niño Costero se da cuando la temperatura de las aguas superficiales aumenta más de 0.4 grados en una región conocida como Niño 1.2, que comprende el mar de Ecuador y del norte y centro de Perú. Las condiciones propias de El Niño Costero se vienen detectando desde marzo.
- El Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) proyectó que el Fenómeno El Niño Costero originará lluvias en magnitud moderada (56%) y lluvias fuertes (25%), las cuales se registrarán desde diciembre del 2023 a marzo del 2024.
- El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastre (Cenepred) advirtió que hay casi un millón de peruanos en riesgo por el Fenómeno El Niño.
- El Gobierno peruano anunció que destinará 1,446 millones de soles (397.5 millones de dólares) para actividades preventivas como limpieza y descolmatación de ríos y quebradas ante la posibilidad de lluvias torrenciales e inundaciones.
- Según el Enfen, para el trimestre setiembre-noviembre, a lo largo de la costa se espera temperaturas del aire por encima de lo normal.
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