El penal Castro Castro tiene entre sus internos a quienes se encargan de la preparación de 16 mil panes diarios para toda la población de este establecimiento penitenciario, informó el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe).
Destacó que en la panadería San Miguelito “quedarás preso del sabor” tal como lo llaman un grupo de 18 internos que todos los días están listos desde las 5:00 am para elaborar el “alimento rey” del desayuno.
Muchos de ellos aprendieron dentro del penal la labor de panaderos encontrando en este oficio un camino no solo para sobrellevar los días y años de encierro sino para salir adelante en la vida y demostrarles a sus hijos que pueden cambiar.
Leonardo Sinchi, es un entusiasta interno que dentro de sus especialidades se encuentran la elaboración de postres. Para él sus días de encierro han cobrado color porque ser panadero le ha permitido sentirse útil además de creer en su resocialización.
Con el dinero que gana con la producción de sus postres y panes ayuda con el pago de la universidad de sus hijos.
Sus hijos son el estímulo diario para seguir adelante. Se siente orgulloso que ellos estén avanzando día con día, y cómo el mismo dice, lo más importante son los valores para no cometer errores que él sabe muy bien pueden cambiar el rumbo de la vida afectando a los que más se quiere: a la familia.
Entre panes, orejas y trufas encontramos al interno panadero, Guzmán Castillo, quien orienta a sus compañeros en la elaboración de los diferentes tipos de pan, así como en la presentación del mismo, sabe que el tiempo es clave para lograr la producción esperada, y así obtener la venta diaria en los pabellones, ingreso que les permite mantenerse en los penales, lejos de su familia, quienes vienen a verlo cada vez que puedan ya que se encuentran en provincia.
Dos turnos son los que hay en la panadería San Miguelito de 4:00 pm a 10:00 pm y de 5:00 am a 12:00 del día.
Algunos estando en el penal lograron terminar la secundaria, como es el caso de Kevin Juscamayta Quispe de 30 años quien reparte el pan a los 10 pabellones entre 45 a 50 bolsas, es decir cerca de 500 panes, los reparte con el cochecito dice él orgulloso de lo que realiza.
Comenta que cada vez que viene a verlo su familia, él entrega la producción que realiza como piononos, trufas, queques y panes para que sus familias lo venden fuera del penal para generar ingresos y de esa manera contribuir a la economía del hogar.
La panadería San Miguelito prepara los panetones para los meses de julio y diciembre. El año pasado lograron vender 6 mil unidades.
En el 2001, el taller de panadería del penal Castro Castro inicio funciones. Cuenta con un ambiente de 20x20 m2.
Actualmente, está equipado con un horno, máquina amasadora, batidora, cámara fermentadora, máquina divisora, mesa de acero inoxidable quirúrgico y accesorios. En julio preparan panetones y el año pasado lograron vender 6 mil unidades de San Miguelito.
Los tallares de panadería son parte del tratamiento penitenciario que reciben los internos para lograr su resocialización y a su vez lograr un oficio que les permita luego de salir del penal trabajar y seguir generando ingresos para sus familias.
De esta manera los internos panaderos de San Miguelito, han podido reconstruir su rol como padres, con el tiempo y esfuerzo estos lazos se han visto fortalecidos y muchos de ellos han podido sanar sus heridas como familia.
(FIN) NDP/LIT
JRA
Publicado: 18/6/2023