Durante las fiestas de fin de año, el descuido y los excesos en el uso de las luces navideñas y luces de bengala o “chispitas mariposa” pueden ocasionar incendios considerables, señala Mario Casaretto, jefe de Bomberos de Lima y Callao.
Las luces de bengala pueden ser consideradas inofensivas y de sana utilización; sin embargo, después de ser usadas, sus residuos dejan una chispa que muchas veces genera “incendios de consideración”.
En cuanto a las luces de navidad, Casaretto menciona que, por tradición, muchas familias usan las mismas luces desde “el año de la abuelita”, a pesar de que estén parchadas o presenten otros daños o desperfectos, lo cual es muy arriesgado.
Además, también prevalece la costumbre de encenderlas desde las 6 o 7 de la noche hasta el día siguiente cuando amanece. “Deben tener un horario periódico de 7 a 10 de la noche y suficiente, al día siguiente la volveré a prender a la misma hora”.
“Lamentablemente tenemos muchas costumbres. [Por ejemplo], de dejar en nuestras ventanas, al lado de las cortinas, las luces que pueden originar una emergencia de rápida proporción. No hay necesidad de dejarlas prendidas mientras dormimos, no nos vamos a dar cuenta de que se pueda producir un amago de incendio”, sostuvo en entrevista con el Canal Online de la Agencia Andina.
Casaretto recomienda ser muy cautos al utilizar las luces navideñas y considera oportuno utilizar luces LED, que además de generar menos consumo de energía, tienen mucho menos riesgo de generar un sobrecalentamiento.
En cuanto a las conexiones eléctricas, fue incisivo al indicar que no se debe colocar un tomacorriente triple encima de otro del mismo tipo, debido a que ello multiplica la recarga del consumo de energía en un solo tomacorriente generando recalentamientos o cortocircuitos.
El especialista sugiere usar supresores de pico, que tienen corte de energía inmediato con un solo botón y son independientes e individuales, garantizando un buen uso del sistema eléctrico; pero nuevamente advierte que sobre él tampoco debe ponerse un tomacorriente triple y “a ese triple ponerle otro triple”.
“Debemos seguir cuidándonos, muy a pesar de las negligencias que cometen algunas personas que no recapacitan, que no han vivido las desgracias”, expresa el especialista.
Este sábado 5 de diciembre, la institución cumple 160 años de historia al servicio del país y manifiestan que no dejarán de atender las emergencias con el mismo deseo de salvar vidas y de llegar lo más rápido posible. “Nuestro voluntariado está al servicio de la comunidad, no queremos que sucedan desgracias”, manifiesta Casaretto.
El jefe departamental del CGBVP ofrece recomendaciones para evitar accidentes y emergencias mediante el adecuado uso y manejo de los balones de gas, un tema muy delicado dentro de las viviendas.
Al momento de percibir una fuga de gas, en lo primero que debemos que pensar es en salvar nuestra vida. “Desde el momento que olemos el gas que se está fugando, la primera reacción mala es llamar por teléfono, ya estamos generando un punto de ignición que pueda generar una deflagración e inmediatamente un incendio”, señala.
“Se controla abriendo ventanas, baldeando, echando mucha agua al piso porque todos sabemos que el gas es más pesado que el aire: apenas se fuga, lo percibimos y luego ya no, queda flotando en el piso esperando un punto de ignición para poder deflagar”, indica Casaretto.
También es necesario realizar un mantenimiento cada tres meses de la parte posterior de la cocina: limpieza permanente de la manguera de gas, ver si las abrasaderas están ajustadas, si el regulador ya cumplió su ciclo. Un 70 % de la población descuida este punto.
Es importante tomar
la precaución de comprar a empresas que garanticen la vender balones de gas, y otros implementos como la manguera, en buen estado. No recurrir a lugar clandestinos, sino tener mucho cuidado con el gas que usamos en casa.
La situación es distinta al usar gas natural, que es más liviano y se eleva en el aire. Las dos recomendaciones en caso de fuga son: ventilación inmediata abriendo las ventanas y las puertas; y la garantía de la empresa abastecedora, que tiene que estar muy en contacto con los usuarios y dejar muy claro el tema del corte del gas, porque existen sistemas de corte muy eficientes para poder controlar una fuga de gas natural en viviendas.