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Arequipa: monasterio de San Catalina renovó la celda de la beata sor Ana de los Ángeles

El proceso de renovación se realizó en el marco de los 40 años de la beatificación de la religiosa

Las Madres del Monasterio de Santa Catalina, Arequipa, presentaron la remozada celda de la beata sor Ana de los Ángeles. Foto: Cortesía Rocío Méndez

19:13 | Arequipa, ene. 9.

El monasterio de Santa Catalina, el atractivo turístico más visitado de la ciudad de Arequipa, presentó la celda renovada de la beata sor Ana de los Ángeles Monteagudo y con ello se logró una representación precisa de las condiciones en las que vivió y falleció la religiosa.

La presentación estuvo a cargo de las religiosas de la comunidad de Madres del Monasterio de San Catalina, en la víspera de su fiesta litúrgica que se celebra cada 10 de enero.

El proyecto de renovación se ejecutó con motivo de los 40 años de la beatificación de sor Ana de Ángeles, que se celebra el 2 de febrero, motivo por el cual el monasterio ha programado diversas actividades litúrgicas y culturales a lo largo del año.


La intervención en la celda es el resultado de un riguroso proceso de investigación histórica y museográfica orientado a reflejar fielmente la vida y la santidad de sor Ana. Así, se basó en los registros históricos del archivo del monasterio de Santa Catalina y en la Positio Super Virtutibus (Posición sobre las virtudes), documento clave en su proceso de beatificación.

Tránsito a la vida eterna


La renovación de la celda de sor Ana comprende la incorporación de un maniquí que representa a la religiosa en el momento de su tránsito a la vida eterna.

De acuerdo a los relatos históricos, fue hallada la mañana de su fallecimiento sentada en su lecho con el cuerpo apoyado de lado, las manos entrelazadas y un rosario entre los dedos, en actitud de profunda oración. Este detalle ha sido recreado para ofrecer a los visitantes una experiencia que combinan historia, fe y devoción.

El proceso de renovación comprendió también el lecho donde sor Ana descansaba. Según testimonios históricos, estaba compuesto por algunos palos secos cubiertos con tres o cuatro pieles de carnero. Pese a las limitaciones materiales e incomodidades, como la constante humedad de las pieles por los sudores propios de su enfermedad, la religiosa acepta la mortificación sin protestar.

El monasterio de Santa Catalina —ubicado a dos cuadras de la plaza de Armas de Arequipa— reafirma, a través de este proyecto, debidamente documentado y supervisado por expertos en museografía e historia, su compromiso como  custodio de un invaluable legado espiritual y cultural.


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(FIN) RMC/JOT
JRA

Publicado: 9/1/2025