La ciudad de Lima se alista a celebrar su 490 aniversario de fundación española exhibiendo con creciente orgullo su innegable rostro mestizo surgido del prolífico aporte cultural de migrantes procedentes de todas las provincias del Perú. ¿Cuáles son los hitos de esta innegable y formidable contribución a la identidad de la nueva Lima consolidada como “Ciudad de todas las sangres”?
En este proceso evolutivo del tejido social limeño tiene un desempeño protagónico el aporte de la población que migró desde todas las provincias, con mayor intensidad desde la segunda mitad del siglo XX, buscando un mejor porvenir y venciendo muchos obstáculos hasta establecerse, construir oportunidades y generar nuevos espacios de integración en una urbe criolla, compleja y difícil.
La fisonomía urbana de Lima experimentó cambios notables y a los tradicionales distritos como Jesús María, Lince, el Cercado de Lima, San Isidro y Miraflores se sumaron otros que emergieron con la creciente migración provinciana y sus descendientes.
Con la mejora de sus condiciones económicas y de vida, estos nuevos limeños propiciaron la creación de nuevos espacios urbanos como Comas, Independencia, Los Olivos, San Martín de Porres (Lima norte); Ate, Chaclacayo, Cieneguilla, El Agustino, Lurigancho, San Juan de Lurigancho, San Luis y Santa Anita (Lima este); San Juan de Miraflores, Villa el Salvador, Villa María del Triunfo (Lima sur).
Valores como la unidad de la comunidad, la familia, las costumbres y tradiciones, la ética del trabajo e idea de progreso, el emprendimiento, son los que caracterizan a los migrantes provincianos que decidieron residir en una Lima señorial que en principio se resistía a aceptarlos e integrarlos, ignorándolos en muchos casos, sin brindarles oportunidades, pero que terminó por reconocer su valía y se transformó en lo que en este siglo XXI es: una metrópoli mestiza, cosmopolita y pluricultural.
Hitos del aporte cultural de las regiones
El aporte provinciano ha sido y sigue siendo fundamental para la identidad de Lima metropolitana. En el campo de la música, por ejemplo, los géneros vernaculares -principalmente de la sierra como el huayno, pero también de la costa norte y de la selva como la cumbia – hasta los ritmos fusión como la “Chicha” o ritmo tropical andino, se han convertido en emblema musical limeño tras ser aceptados por casi toda la población que los baila e interpreta en todo tipo de reunión social, recitales artísticos e incluso competencias deportivas.
En sus inicios, estas expresiones musicales solo se exhibían en clubes departamentales, coliseos, estadios y otros espacios que reunían a los paisanos de determinada provincia. Con el pasar del tiempo y el éxito alcanzado por destacados músicos, compositores e intérpretes, algunos de los cuales han sido distinguidos como “Personalidad meritoria de la Cultura” por parte del Estado, se ha logrado valorar el aporte de estos artistas a la riqueza pluricultural que ostenta actualmente el Perú y que lo identifica ante el mundo.
Son célebres canciones como “Cholo soy” compuesto e interpretado por Luis Abanto Morales; “Barrio Piñonate”, creado y cantado por Víctor Alberto Gil Mallma, conocido como “El picaflor de los Andes”; “Nostalgia provinciana” y “Triciclo Perú”, escritas y cantadas por Hernán Condori Montero, voz y líder de la agrupación de rock fusión “Los Mojarras”; “Muchacho provinciano”, cuya letra pertenece a Juan Rebaza Cárdenas y cuya interpretación inmortalizó a Lorenzo Palacios Quispe, mejor conocido como “Chacalón”, que reflejan el sentir de los primeros migrantes que se abrieron paso con sacrificio y pundonor para labrarse un futuro mejor en Lima metropolitana.
En el arte urbano también se aprecia el importante aporte de creadores de raíces provincianas como Elliot Urcuhuaranga Cárdenas, conocido como “Elliot Túpac”, pintor, tipógrafo, serigrafista, cartelista y muralista nacido en Lima, pero de raíces huancaínas. Aunque tiene formación autodidacta, aprendió los secretos de su arte a través de su padre Fortunato Urcuhuaranga, quien creaba afiches para eventos musicales, principalmente de música “Chicha” que se realizaban en distritos de la capital.
Elliot Túpac ha participado en la producción artística de las películas “Madeinusa” (2006) y “La teta asustada” (2009). Sus creaciones han sido publicadas en muchas revistas y ha expuesto en diversas galerías peruanas e internacionales. En 2010, la revista inglesa Creative Review realizó una reseña sobre su trabajo. Colaboró con Google para crear un doodle por Fiestas Patrias en 2017. También realizó murales en diferentes ciudades del mundo como Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile, Londres, Valencia, entre otras.
En la esfera gastronómica son muchos los restaurantes de comida regional o inspirados en la tradición provinciana que incursionaron con éxito en la oferta culinaria limeña. Dirigidos y administrados por descendientes de migrantes provincianos y que tienen a paisanos como integrantes de sus equipos de cocineros y mozos, estos recintos que cautivan paladares no dejan de propagarse por toda la metrópoli confiriéndole el bien ganado prestigio de mejor destino gastronómico de Latinoamérica y uno de los mejores del mundo.
Platos icónicos de todas las regiones del Perú, como el arroz con pato, el cabrito con frejoles, rocoto relleno, el chupe de camarones, el juane, el cuy frito, la patasca, la carapulcra, el shámbar, la trucha frita, entre otros muchos potajes pueden saborearse en diversos distritos de la ciudad y maridarlos con una refrescante chicha de jora, chicha de guiñapo, refresco de cocona o de camu camu.
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