El emblemático palacio municipal de Chiclayo, un verdadero ícono arquitectónico y cultural que ha dejado una huella indeleble en la historia de la ciudad, celebró sus primeros cien años con una ceremonia en la que se destacó que el recinto es un símbolo de gobernabilidad y orgullo de la población.
La alcaldesa provincial de Chiclayo, Janet Cubas, resaltó la resiliencia del pueblo chiclayano al enfrentar adversidades, como el devastador incendio del 2006 que afectó seriamente el centenario edificio.
“Hoy [ayer] es un día de celebración para todos los chiclayanos. Este palacio no solo encarna nuestra historia, sino también nuestra capacidad de levantarnos y seguir adelante”, aseveró.
Durante la ceremonia se otorgó la medalla de la ciudad a Jorge Adhemar Vásquez Orrego, en reconocimiento a su destacada labor en la conservación del palacio municipal y su contribución al fortalecimiento de la identidad cultural de Chiclayo.
Historia del palacio
La historia del palacio municipal de Chiclayo se remonta a 1908 cuando fue diseñado por el arquitecto Pedro Ignacio Geraldino Villalba.
La construcción comenzó en 1919 bajo la supervisión del ingeniero Ladislao Ulises Hidalgo y fue inaugurado el 9 de diciembre de 1924, cuando se cumplió el primer centenario de la batalla de Ayacucho. En 1986 fue declarado monumento histórico y parte del Patrimonio Cultural de la Nación.
A pesar del incendio del 2006, el edificio fue restaurado en el 2010, y recuperó su esplendor y se transformó en un centro cultural y turístico que ha recibido a más de 120,000 visitantes.