La ejecutora coactiva de la municipalidad provincial del Cusco, Verioska Guerra Zvietcovich, denunció ante la División de Investigación Criminal (Divincri), que es víctima de reglaje y amedrentamiento por desconocidos, que serían cercanos a empresarios de discotecas.
Después de las labores de cierre y clausura de locales nocturnos, discotecas, bares y cantinas, ubicadas a metros de la plaza mayor y el centro histórico de la ciudad, la abogada, afirmó que un grupo de varones la vigilarían en exteriores de su oficina, ubicada en la calle Pampa de Castillo.
“Estamos siendo objeto de amenazas para no hacer nuestra función. Primero con reglaje, segundo con medidas ya extorsivas, tercero con coacción. Hoy al salir de mi oficina, he podido verificar personas no identificadas tomándome fotos, hombres altos, gruesos. Si me pasa algo, responsabilizó a las discotecas”, expresó la funcionaria.
Estas amenazas, según manifestó, son incluso desde noviembre del año pasado, cuando la comuna emprendió erradicar, hasta la fecha,
locales nocturnos que funcionan sin licencia, autorización municipal, certificado de Defensa Civil, y a menos de cien metros de instituciones educativas, pese a que están prohibidas.
“Tengo medio de prueba (de las amenazas) a mí y al personal del área”, enfatizó, en relación a filmaciones que habría reunido y entregado a la Divincri.
Según la Gerencia de Desarrollo Económico y Servicios Municipales, de esta municipalidad, solo en el centro histórico de Cusco, existen alrededor de 100 discotecas, las que funcionan en inmuebles precarios, casonas, de las que lograron cerrar unas treinta, sin embargo, otras fueron reabiertas con recursos judiciales.
Uno de los locales clausurados, fue el Bar “Rock House” de la calle Tecsecocha, a una cuadra de la plaza de armas, de donde se retiró, con la policía y serenos el concreto de 3 toneladas que evitaba el funcionamiento del establecimiento.
El propietario o administrador del local solicitó el retiro, para poner a buen recaudo sus bienes y la misma infraestructura del local, por las constantes lluvias en la ciudad del Cusco que habrían causado filtraciones de agua en techos y paredes.
Esta medida es de forma temporal para los trabajos de refacción, debido a que la medida cautelar de clausura aún continúa vigente y no se permitirá que vuelva a atender al público.