George Floyd, el ciudadano afroestadounidense cuya muerte a manos de un policía blanco generó protestas contra la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos y en todo el mundo, fue despedido este martes en un funeral en Houston por su familia y por líderes religiosos y políticos.
Políticos, activistas por los derechos civiles, deportistas y actores acudieron a la iglesia de Fountain Praise que recibió el ataúd dorado para la última ceremonia pública de despedida de Floyd, cuya muerte a los 46 años desató las movilizaciones más importantes en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968.
En un mensaje grabado desde su casa, donde está recluido por las medidas de confinamiento contra el coronavirus, el candidato a la Casa Blanca de los demócratas, Joe Biden, afirmó que llegó el momento de la "justicia racial".
"Ningún niño debería plantear las preguntas que tantos niños negros han tenido que preguntarse por generaciones: '¿Por qué, por qué se fue papá?'", agregó el exvicepresidente de Barack Obama.
Ceremonia emotiva
La familia de Floyd, que decidió vestir de blanco para la ceremonia, entró a la iglesia con mascarillas y escoltada por el reverendo Al Sharpton, un activista por los derechos civiles que estará a cargo del principal discurso religioso del homenaje. El aforo fue limitado a 500 personas para permitir un mayor distanciamiento debido al coronavirus.
El congresista por Texas Al Green mencionó durante la ceremonia que George Floyd "cambió el mundo". "Vamos a hacer que el mundo sepa que él marcó una diferencia", añadió el legislador.
El lunes cerca de 6,000 personas se acercaron al velorio. Los visitantes se acercaron a los restos persignándose y otros se inclinaron colocando una rodilla en el suelo, un signo que nació como protesta contra la brutalidad policial contra la población negra.
"Ya basta", afirmó a la AFP Shiara DeLoach, una residente de Houston. "Tienen que haber cambios. Todo el mundo tiene que ser tratado igual", agregó.
Después de la ceremonia, los restos de Floyd serán trasladados en una carroza hasta un cementerio en el sur de Houston donde será enterrado junto a su madre.
Una reforma de la policía
Una veintena de legisladores demócratas encabezados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, se arrodillaron el lunes en silencio en el Congreso para homenajear a Floyd.
Además anunciaron una serie de medidas para reformar la policía y hacer frente a una letanía de casos de hombres negros que estando desarmados murieron a manos de la policía al ser detenidos.
Este anuncio se produjo después de que el fin de semana las autoridades de Minneapolis anunciaran que van a desmantelar y a refundar la policía.
El proyecto de ley introducido por los demócratas en ambas cámaras busca que sea más fácil procesar a policías acusados de abusos —prohibiendo algunas prácticas como colocar la rodilla en el cuello de un detenido—, replanteando también el proceso de reclutamiento y entrenamiento de los agentes.
El factor Trump
Sin embargo, no está claro el apoyo de un proyecto de este tipo en el Senado —dominado por los republicanos— y tampoco cómo lo recibiría el presidente Donald Trump que debe sancionar la ley.
Trump condenó la muerte de Floyd pero criticó duramente a los manifestantes y reiteró su apoyo a la policía.
Este martes calificó como un "montaje" las imágenes que muestran a dos agentes que empujaron a un anciano que protestaba contra la muerte de Floyd en Buffalo, Nueva York, unas imágenes que generaron indignación en la opinión pública.
El agente acusado por la muerte de Floyd, el policía blanco Derek Chauvin, que fue grabado cuando presionaba su rodilla contra el cuello del fallecido durante más de ocho minutos, compareció ante un juzgado el lunes.
La fiscalía estableció una fianza de un millón de dólares, considerando que Chauvin presentaba un riesgo de fuga. La próxima audiencia será el 29 de junio.
Chauvin enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y tercer grado y homicidio involuntario, con una pena de hasta 40 años.
Los otros tres policías involucrados, todos despedidos y detenidos al igual que Chauvin, ya comparecieron ante el tribunal la semana pasada por cargos de complicidad en la muerte de Floyd, detenido por supuestamente comprar cigarrillos con un billete de 20 dólares falso.