Mediante el programa Cárceles Productivas, una política del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), más de 500 internos de diferentes establecimientos penitenciarios del país encontraron en el uso efectivo del tiempo la labor de ser artesanos y están inscritos en el Registro Nacional de Artesanos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Los internos artesanos destacan en diferentes talleres como en la elaboración de toritos de Pucará en el penal de Lurigancho, la cerámica utilitaria en alta temperatura con la que presentan productos como tazas para cafeterías de diferentes tamaños, color y diseños, estos trabajos se elaboran en el taller del penal de Miguel Castro Castro.
Mientras que, en el penal de mujeres Virgen de Fátima, las destrezas de las internas se expresan en los nacimientos en miniatura. Aquí la precisión y el detalle hablan de la belleza de su trabajo.
La habilidad y creatividad de la artesanía, también llegan hasta Cusco. En el penal de esta ciudad, los internos artesanos transforman el cacho de toro en verdaderas obras de arte. El esfuerzo de estos artistas también traspasa fronteras ya que, a través del taller de cerámica, diversos productos son exportados a Bolivia y a Chile. Asimismo, destacan los trabajos del taller de madera en Ayacucho, en el que los artesanos hacen gala del arte que llevan consigo.
En Piura
El Establecimiento Penitenciario de Piura, con una población de 3,940 internos clasificados en seis pabellones de Régimen Cerrado Ordinario, presenta los talleres de cerámica, orfebrería, cornoplastia, artesanía en madera.
El taller de orfebrería es uno de los más sobresalientes. Mediante
Cárceles Productivas se comercializa principalmente la producción de joyas en plata. La técnica del orfebre de
Catacaos ha convertido a los internos que desarrollan dicha actividad en exitosos artesanos.
Para el director del penal de Piura, Segundo Montalván, los internos artesanos demuestran una gran destreza en la elaboración de sus productos, lo que contribuye a que las empresas que participan a través de convenios se sientan más interesadas de contratar la mano de obra de los artesanos internos de este recinto.
Por su parte, para el interno Marco Andrés, lograr ayudar a su familia y creer que hay un futuro mejor para él y los suyos, a la vez que esta actividad le permite reparar frente a la sociedad.
En Arequipa, las artesanas internas destacan en el bordado de sus productos lo que les permite generar ingresos y trabajar a favor de su resocialización.
De esta manera, el empleo contribuye de manera importante a la resocialización de los internos e internas de diferentes establecimientos penitenciarios. Y es a través de la artesanía que se evidencia el arte y la creatividad de internos que aprendieron esta loable labor y han encontrado la manera más adecuada de invertir y su tiempo y contribuir a la sociedad.