Desde que Víctor Sánchez Cárdenas dio sus primeros pasos en Pampa de la Quinua, región Ayacucho, estuvo rodeado de arte. Con los años, su abuelo Francisco y su padre Santos le dejaron un importante legado: la tradición familiar de la cerámica de Quinua.
Ahora, con una trayectoria que supera las siete décadas, Víctor, quien también es usuario de Pensión 65, fue reconocido por el programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y por el Ministerio de Cultura en el marco del Día Internacional del Artesano.
La obra del adulto mayor se caracteriza por conservar los métodos y las formas aprendidas de sus ancestros. Su experiencia le permite reflejar, plasmar e interpretar sus emociones, que al final materializa en cada pieza que elabora. Incluso, sus obras han cautivado a la titular del Mincul, Leslie Urteaga, quien el último martes le entregó un distintivo como Personalidad Meritoria de la Cultura.
“Vamos a reconocer a cuatro maestros artesanos, que nos han dado durante toda su vida lo mejor que tienen: su arte, dedicación y su empeño (…). Escuchamos las necesidades de los artistas tradicionales, que han trabajo todo el tiempo y cuando están ante una enfermedad o la vida comienza a pasarnos un poco la factura se preguntan 'a dónde vamos, qué pensión tenemos, a dónde podemos ir, si toda la vida me he dedicado a trabajar'. Esa es la razón de los esfuerzos que estamos haciendo, por eso agradecemos a Pensión 65, el SIS, Midis, entre otras instituciones”, destacó Urteaga Peña.
Además de Víctor Sánchez, el Mincul reconoció a otros tres maestros artesanos: Félix Marcelino Gálvez Quispe, dedicado al tallado en piedra; Benedicta Lermo Sanabria, tejedora tradicional del pueblo Jaqaru; y María Mérida Enríquez, alfarera cusqueña.
El maestro artesano también fue reconocido por Pensión 65, por su contribución a la identidad artística de Ayacucho. El director ejecutivo, Julio Mendigure, resaltó la importancia del proyecto Saberes Productivos, que busca revalorar y mostrar el talento de la población usuaria, cuyo aprendizaje se ha dado de manera empírica o a través de sus familiares, y que de ese modo contribuyen en la esencia cultural de sus localidades y regiones.
“Tenemos 1,605 maestros artesanos que se sienten revalorados, se sienten útiles y agradecidos, teniendo la vitalidad suficiente para continuar con sus actividades diarias, llenos de alegría y emoción. La mayoría se concentra en Loreto (253) y Puno (250)”, detalló.
Un total de 418 usuarios son parte del Registro Nacional de Trabajadores y Organizaciones de la Cultura y las Artes (Rentoca), del Ministerio de Cultura. Además, 240,291 adultos mayores usuarios provienen de pueblos indígenas u originarios.
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