En el corazón de la capital, la alegría se desborda. Con pasos acrobáticos, danzas con energía y coquetos movimientos decenas de jóvenes de diversas zonas de Lima, se han apoderado de la Alameda del Paseo de los Héroes Navales, frente al Palacio de Justicia.
Casi todos los días de la semana ya resulta familiar ver a jóvenes que integran cuadrillas de danzas de saya, caporales, tuntuna y otros bailes de nuestro variopinto Perú. Es el país, no solo de todas las sangres, sino de todas las danzas.
Requieren de un instrumento fundamental: el amor por la música. Muchos bailan con la vestimenta apropiada o el traje que lucirán al momento de la fiesta o evento formal. Otro, un buzo o ropa de calle es suficiente. Total, lo importante es concentrarse, aprender los pasos, la coreografía y danzar con el alma y el corazón.
La gran mayoría de los danzantes que desafían el frío limeño, pertenecen a una asociación, elenco y taller. Algunos espontáneos bailan por su cuenta, contagiados por este movimiento músical que forma parte de la coreografía de la ciudad.
Los elencos lo conforman desde 20 hasta 180 integrantes. Y su danza llama poderosamente la atención, que lo digan los turistas que miran asombrados esos pasos de baile inéditos para ellos.
Morenadas, sayas y tuntunas
Ya es habitual los bocinazos de autos que mientras avanzan en el tráfico observan sorprendidos y sonrientes al ver en su mayoría a una juventud que se dedica en medio de la húmeda noche limeña a ejecutar las danzas de morenadas, sayas y tuntunas con matracas, cascabeles y pitillos al compás de la música.
Llegan desde diferentes puntos de la gran Lima, muchos de ellos son profesionales, estudiantes de colegios, institutos o de universidades. Solo tienen en común, su amor por la danza y la música.
Cada compañía, institución o taller, tiene su líder. Llegan con sus respectivos parlantes. Los elencos están pegados unos a otras, las tonadas son casi las mismas. Algunas de las chicas están ataviadas sobre sus buzos con una minipollera.
Ya resulta familiar que, frente a cada compañía, se apilen las mochilas con las pertenencias de los danzantes. Se aprecia también a madres que llegan en coche llevando a sus bebes, tal vez porque no tienen con quien dejarlos.
Los acompañantes, en tanto, se sientan sobre las piletas mientras observan con deleite a los bailarines.
Las danzas que más se bailan son La Diablada y la Saya, su música es contagiante y nos transporta al sur del Perú, más específicamente a Puno. Hay grupos que tiene como una sola idea estar preparados para participar en la fiesta más grande del altiplano como es la Mamacha Candelaria, en febrero próximo.
Algunos de los elencos que asisten noche a noche son los siguientes: Fraternidad Caporales Centralistas San Miguel Filial Lima; Legendarios Sambos Illimani; Incomparables de Ichu; Institución 38 Puno; Bloque Saxra; Fraternidad de Salay Bolivia; Caporales Centralista Puno, Filial Lima; Sambos de Corazón; Agrupación Caporales Huáscar Perú; Bloque Raíces; Matías Caporales Centralistas; Tinkus Wistus; Zambos de Corazón, entre otros.
Baile, mire o simplemente disfrute del sentimiento con el que los jóvenes ensayan pasos y coreografías al compás de la hermosa música de nuestro Perú.
La Municipalidad de Lima ha acordado un próximo empadronamiento de las agrupaciones artísticas para que puedan hacer uso del espacio público, desde las 3 p. m. hasta las 10 p. m. con una tolerancia de 30 minutos.
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(FIN) LB/RES
Publicado: 9/8/2024