Dentro de cada familia puede haber una persona que manifieste un episodio violento, imposible de ser controlado o, por el contrario, con un cuadro de depresión tan grande que deja de comer, se autolesiona o intenta suicidarse. ¿Qué hacer frente a esta situación?, ¿a dónde acudir?
Stefany sigue adelante y confía en el futuro.
Fue el caso de Stefany, quien llegó al servicio de emergencias del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi (INSM/HD-HN), en San Martín de Porres, la mañana del miércoles 14 de febrero, luego de haber pasado una noche larga cargada de ansiedad, porque un pensamiento recurrente no la dejaba dormir: "Es mejor que me quite la vida".
No era la primera vez que esta idea le rondaba la mente. En sus 24 años de vida se ha provocado autolesiones (pellizcos y cortes en los brazos con un pequeño cuchillo), porque sentía que no merecía vivir, y ya había intentado suicidarse.
Elizabeth, una amiga suya que la conoce hace mucho tiempo y está enterada de sus problemas, supo que debía ayudarla inmediatamente si quería evitar un desenlace fatal esa noche. Así es como acudieron al Servicio de Emergencias de Salud Mental del INSM/HD-HN.
Vida en peligro
El médico asistente del Departamento de Emergencias del INSM/HD-HN, que hoy conmemora su 39 aniversario, Arturo Changana, explica que las ideaciones e intentos suicidas son síntomas de diferentes patologías de salud mental, como la depresión y la psicosis, que necesitan ser atendidas en el área de emergencias porque está en riesgo la vida de quien las padece.
Quienes presentan estos problemas, así como los que expresan cuadros agudos de agresividad, atraviesan por una emergencia psiquiátrica que requiere de una contención rápida, precisa el médico psiquiatra a la Agencia Andina.
“Se define como una emergencia psiquiátrica a la crisis emocional que experimenta una persona que padece un problema de salud mental, y que hay que atender inmediatamente porque puede atentar contra su vida y la de sus familiares u otra persona cercana a ella. Hay que responder rápido para estabilizarla, porque llega al servicio con un grado de agitación terrible”, indica.
Al Servicio de Emergencias del INSM/HD-HN llega diariamente gente de todas las edades: niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, con patologías diversas como adicciones, esquizofrenia, trastorno bipolar, con anorexia o bulimia (desorden alimentario) o trastorno de personalidad limítrofe.
Inclusive pueden presentarse casos de personas que tuvieron problemas con la ley, llegaron enmarrocadas, y amenazan con matar o matarse; u otras que acudieron con sus familiares tranquilas, hasta solas, pero tienen ideas estructuradas de suicidio, que saben cómo y cuándo llevarlo a cabo, señala.
En el 2023 el Servicio de Emergencias del INSM/HD-HN realizó 18,000 atenciones, siendo las más frecuentes las relacionadas con trastornos depresivos, trastornos de personalidad limítrofe, así como la ciberadicción y trastorno de conducta en niños, niñas y adolescentes.
Atención de una emergencia psiquiátrica
Changana precisa que las crisis de estos pacientes se producen en un 50 % porque la familia es muy crítica con ellos y les provocan un desequilibrio emocional, tal como sucede con los menores que sufren abuso físico o violación, cuyos padres o tutores fueron un factor dañino en sus vidas, en vez de ser un factor protector.
El otro 50 % es porque el paciente tuvo problemas de autocuidado, no cumplió con la prescripción médica ni asistió a sus consultas. Son las personas que tienen diagnóstico de esquizofrenia y de bipolaridad, y acuden al servicio con agitación psicomotriz, gritando con agresividad y amenazando.
El equipo de 10 médicos psiquiatras que labora en el servicio es responsable de atender cada una de las emergencias, después del triaje que lleva a cabo un enfermero para determinar el grado de complejidad de la situación.
Médico asistente del Departamento de Emergencias del INSM/HD-HN, Arturo Changana.
“Lo primero que hacemos es una intervención verbal. Nos acercamos con precaución al paciente, nos presentamos, les preguntamos qué les sucede y cómo los podemos ayudar. Si se calma, continuamos con la evaluación, y luego lo reevaluamos dos horas después para ver si necesita tratamiento ambulatorio”, comenta.
De ocurrir lo contrario, es decir, si la persona no se calma a pesar del intento de diálogo, usan un fármaco, vía oral o inyectable, para estabilizarla. Si aún no se tranquiliza a pesar de la prescripción, es llevada al área de aislamiento hasta que logre serenarse. "La internamos para que cumpla con el tiempo de observación establecido en una emergencia psiquiátrica", agrega el especialista.
Algo que ha aprendido Changana en estos siete años de trabajo en esa área es a ser empático y susceptible con los sentimientos de los pacientes y sus familias. “Las palabras iniciales son fundamentales para acercarnos a ellos, por eso les decimos que no van a recibir ninguna crítica, que no los vamos a juzgar ni a opinar de sus vidas. Estamos allí para ayudarlos a superar sus problemas”.
Oferta 24x7
La jefa del Departamento de Emergencias del INSM/HD-HN, Winet Vargas, destaca que un equipo multidisciplinario (médicos psiquiatras, enfermeras, técnicas de enfermería, psicólogos y trabajadoras sociales) trabaja 24x7 todo el año, inclusive los días feriados.
Jefa del Departamento de Emergencias del INSM/HD-HN, Winet Vargas.
Y como el INSM/HD-HN es un establecimiento de nivel III-2 pueden acudir a él desde todos los rincones del país, para ser evaluados de forma inmediata, hacer consultas sobre su emergencia psiquiátrica, o, si es necesario, internarse a fin de cumplir con el periodo de observación indicado, porque cuentan con 17 camas hospitalarias para tal fin.
“La atención de toda emergencia psiquiátrica es de doce horas. Luego de ese lapso podemos determinar si derivamos a la persona a su casa, se queda internada o la enviamos a un centro hospitalario o a un centro de referencias a fin de que use el servicio de consulta externa”, finaliza.
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(FIN) SMS/RRC
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