Los incendios forestales que están sucediendo en Perú y que se propagan con mayor rapidez debido, principalmente, a la escasez de lluvias y la sequía, ha motivado que el gobierno regional de Arequipa plantee la generación artificial de lluvias o “siembra de nubes”. ¿En qué consiste esta técnica para inducir la ocurrencia de lluvias?, ¿Es posible su aplicación en nuestro país?
El
Gobierno Regional de Arequipa informó que, a través de su Gerencia Regional Ambiental, está elaborando un proyecto de “
siembra de nubes” para que sea financiado por empresas privadas, con el propósito de
aumentar significativamente las precipitaciones en los lugares donde las lluvias sean escasas.
Fernando Mejía Vargas, gerente regional Ambiental, indicó que esta iniciativa, inspirada en estrategias exitosas de países desarrollados como Estados Unidos, China, Arabia Saudita, Israel, entre otros, tiene un costo cercano a los 500 mil dólares y busca abastecer con lluvia generada artificialmente al 100% las represas regionales cuando haya sequía, garantizando con ello el acceso al agua para la población, agricultura, ganadería, industria y minería, así como la conservación de los nevados y volcanes que son fuente de agua el resto del año, luego de la temporada de lluvias.
La Agencia de Noticias Andina consultó al especialista en meteorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Diego Rodríguez Zimmermann, sobre qué es la siembra de nubes o generación artificial de lluvias, sus características, y si es factible aplicar este procedimiento en el Perú en el actual contexto de incendios forestales y escasez de lluvias que vive nuestro país.
¿Qué es la siembra de nubes?
El experto del Senamhi explicó que la siembra de nubes o generación artificial de lluvias es un procedimiento experimental que consiste en liberar compuestos químicos, entre ellos el yoduro de plata, en las nubes con el propósito de generar precipitación de agua o lluvia. Su uso se remonta a mediados del siglo XX y se originó en Estados Unidos.
¿Qué es el yoduro de plata y qué propiedad tiene?
Es un compuesto químico que tiene una estructura cristalina parecida a la de un hielo pequeño y, al tener contacto con las moléculas de agua en la nube, permite inducir su condensación y provocar lluvia.
¿Cuántas formas existen para sembrar nubes?
Detalló que actualmente existen dos formas de sembrar nubes o generar artificialmente lluvia. La primera es utilizando aviones que se desplacen a una altitud superior al de las nubes y arrojen sobre ellas el compuesto de yoduro de plata para inducir la precipitación. La segunda forma es bombardear, utilizando cañones desde tierra, directamente hacia las nubes con el objetivo de crear una reacción física que incentive la generación de lluvia.
¿Es factible aplicar con éxito el sembrado de nubes en el Perú?
Consultado sobre si es factible aplicar con éxito el sembrado de nubes en el Perú, el especialista del Senamhi respondió que “este tipo de prácticas presenta varias limitaciones y sus resultados no son concluyentes”.
“Todas las experiencias que se tienen a nivel internacional sobre la siembra de nubes se producen en extensiones bastante amplias y solo en algunos puntos se logra que llueva y en otros no”, manifestó.
Explicó que no hay un control exacto de este procedimiento debido a que la atmósfera no es sistema contenido; es decir, que carece de límites. “Uno puede bombardear una zona muy grande y puede afectar a zonas no bombardeadas porque las nubes se desplazan y con ello ocasionar, posiblemente, efectos adversos”, sostuvo.
Rodríguez Zimmermann precisó también que, para que el sembrado de nubes funcione, se requiere necesariamente que existan ciertos tipos de nubes, como cúmulos nimbos, y no se obtiene ningún resultado en cielos despejados. “Y aún así se tenga nubosidad, tiene que haber nubosidad capaz de generar lluvia porque hay nubes que no son típicas de lluvia porque presentan otras condiciones y no son aptas para el sembrado de nube”, puntualizó.
Agregó que este tipo de técnica requiere de un uso continuo y sus resultados no son inmediatos. “Eso significa que si yo siembro hoy no llueve mañana. Se tiene que sembrar varias veces y recién en una medición mensual, por ejemplo, se podría apreciar un incremento de lluvias. Pero ello no es cien por ciento seguro”, expresó.
También afirmó que a estos aspectos hay que sumar el alto costo de puede significar este procedimiento, dado que junto con la adquisición del yoduro de plata en grandes cantidades se debe invertir en combustible para los aviones, en la remuneración de los pilotos y del personal técnico encargado de liberar el compuesto químico. Y si se trata del bombardeo desde tierra, el costo del producto, del combustible para el transporte terrestre que desplazará los cañones hacia las zonas de lanzamiento, y el personal que lo disparará a las nubes. Luego hay que remunerar al personal científico que hará el monitoreo y evaluará los resultados de la siembra de nubes.
Por todas estas consideraciones, que evidencian que se trata de una tecnología todavía experimental, con un costo que podría ser elevado y que no garantiza resultados seguros ni controlables, el especialista del Senamhi consideró que su aplicación se dificulta en el Perú como una política pública para objetivos como el combate a los incendios forestales o enfrentar la sequía, dado que somos un país con una realidad distinta a la de otros países y los resultados obtenidos en otras naciones no necesariamente se pueden replicar en la nuestra.
(FIN) LZD/MAO
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