¿Los nasca fueron los autores de los 303 geoglifos hallados recientemente con la ayuda de la inteligencia artificial (IA) en las pampas de Nasca, o fueron otras culturas las responsables de elaborar dichas figuras que hoy llaman la atención de la comunidad científica mundial?
La semana pasada se reveló que una investigación hecha con la ayuda de la inteligencia artificial había encontrado una cantidad sorprendente de figuras dibujadas en el desierto de la pampa de Nasca.
Algunos hablaron de “nuevas líneas de Nasca”, pero eso no lo suscriben los especialistas de la Universidad de Yamagata de Japón encargados del estudio.
Consultado sobre el tema, el director del Plan de Gestión para Palpa y Nasca, Johny Isla, explicó al Diario Oficial El Peruano que desde hace un tiempo se registra una serie de líneas en las pampas de Palpa y Nasca que no corresponden al período de los nasca, sino al de sus antecesores, los paracas.
Comentó como anécdota que la exministra de Cultura Sonia Guillén visitó e iba a informar los trabajos desarrollados por su institución en una zona de Palpa. Sin embargo, llegó el anuncio de la cuarentena por el covid-19 y la noticia se perdió en el tráfago de aquellos momentos.
Isla aclaró que los investigadores han explorado una zona de Palpa en la que ellos no han trabajado. No obstante, señaló varias coincidencias.
Por ejemplo, a la pregunta que muchos se harían de por qué no se han visto desde el aire estas formaciones, la respuesta es que es por sus dimensiones.
“Las figuras hechas por los paracas eran para su disfrute. Tenían tamaños que ellos podían apreciar. En cambio, los hechos por los nasca están pensados para que los vean los dioses”, ensayó el arqueólogo.
Las conocidas figuras del mono o del colibrí llegan a varias decenas de metros de ancho y de alto, por lo que son reconocibles desde el aire.
En oposición, las otras, hechas con siglos de diferencia, son en su mayoría de entre uno a cinco metros en sus lados más extensos.
Otro aspecto que las diferencia es que los Paracas las colocaban en pendientes y riscos, lo que las vuelve más inaccesibles.
Isla agregó un detalle interesante en esta diferenciación. En estas líneas que apuntan a ser paracas se usa una estrategia diferente para su confección.
Las famosas Líneas de Nasca se hicieron excavando hasta llegar a una tierra o arena de diferente color. Sus predecesoras las hicieron de forma similar, pero reutilizando parte del material excavado para completar el mismo dibujo.
“Las piedras extraídas para hacer un rostro o un personaje son reutilizadas para hacer sus ojos o labios acumulándolas con esas formas”, mencionó.
Otro dato que proporcionó es que la mayoría son imágenes figurativas que representan seres antropomorfos.
Un total de 303 geoglifos se revelaron la semana pasada en la pampa de Nasca. Tras conocerse el resultado de esta investigación el Ministerio de Cultura afirmó que estas figuras son más antiguas que las emblemáticas Líneas de Nasca, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1994.