Por Víctor Lozano AlfaroContar con un negocio exitoso es el sueño de todo emprendedor y una franquicia puede ser el camino para cumplir ese anhelo.
Para conocer más sobre este sector el Suplemento Económika del Diario El Peruano entrevistó al Director de la Cámara Peruana de Franquicias, Luis Kiser.
Las franquicias son un modelo de negocio de gran repercusión en el mundo, ¿cuál es la situación de este sector en el Perú?
–Hace 20 años fundamos la Cámara Peruana de Franquicias con cuatro empresas. En aquellos años, el mercado estaba conformado por un 95% de franquicias extranjeras y el resto eran peruanas. Sin embargo, esto ha ido cambiando notablemente con el transcurrir del tiempo y ahora el mercado está repartido en un 50% de franquicias extranjeras y un 50% de empresas peruanas.
Esto se debe a que el modelo de franquicia se adapta muy bien a las exigencias y necesidades del mercado; en este caso, estamos hablando del Perú, que es bastante interesante para los inversionistas por la gran variedad de recursos que tiene el país.
Obviamente, el mayor desarrollo que se presenta en el mercado de franquicias es el gastronómico. En ese aspecto, como peruanos contamos con ventajas competitivas. El 90% de las franquicias en el país estaban compuestas por emprendimientos gastronómicos; no obstante, ahora vemos una reducción en ese porcentaje, pues el 60% de estas franquicias son gastronómicas y el restante 40% corresponde al sector servicios.
–¿Y ese cambio a qué se debe?
–El empresario peruano ya entendió que, además de la comida, hay sectores que también pueden adaptarse muy bien al modelo de franquicias. Salud, belleza, educación y retail ganan mayor presencia en el modelo y así van sumándose. Los servicios en el Perú en los sectores mencionados han logrado una excelente reputación y las empresas buscan que ese éxito se extienda.
En el contexto internacional, estos índices cambian, pues actualmente el 35% de las franquicias en el mundo corresponde a la gastronomía. Esto significa que el sistema ha evolucionado y los empresarios han empezando a apostar por este tipo de negocios adaptados a los conceptos locales.
Otro punto importante es que las franquicias que están ingresando al Perú en el sector gastronómico no compiten con los restaurantes locales. Más bien, son complementarias. Así tenemos franquicias de helados, de postres y otros productos que no compiten directamente con nuestra gastronomía, que también es una fortaleza.
Además, tenemos franquicias de textiles y diversas confecciones, aunque, en nuestro caso, hay mucho desarrollo en ese campo; más bien, somos maquiladores.
–¿Cuál es la tendencia en el mercado de franquicias?
–Después de la pandemia del covid-19, lo que hemos tenido es una expansión de franquicias ya no tan grandes en lo que se refiere a espacios. Ello debido a un tema de rentabilidad y practicidad.
Ahora, las personas interesadas por invertir en este modelo de negocio no buscan grandes locales o superficies, optan por formatos más pequeños, tipo exprés. Esa es la tendencia que estamos viendo.
Así, hay alternativas exitosas como las dark kitchens y las denominadas tiendas por conveniencia, por poner algunos ejemplos. Lo interesante es que ese negocio le brinde al inversionista la seguridad de invertir en un negocio de bajo riesgo y que su capital no se perderá.
–¿Pero cabe la posibilidad de que algunas franquicias no cumplan con lo que ofrecen?
–Efectivamente. Las franquicias en el Perú se desarrollaron inicialmente con empresas extranjeras. Estas trajeron un modelo bastante innovador en aquellos años, pero que con el tiempo los peruanos entendieron y ello les permitió trabajar también en sus propias franquicias y aplicarlas al concepto local.
Hay muchas franquicias en el Perú, la mayoría muy serias que inclusive exportan su modelo. Sin embargo, también existe el riesgo de aquellas franquicias que no trabajan con la seriedad del caso y pueden resultar perjudiciales para quienes desean invertir en un negocio.
A ese tipo de franquicias las llamamos franquicias chatarra, o también franchicha; es decir, personas que ofrecen rentabilidades que al final no se producen. Es fundamental que la gente tenga conocimiento de esto y no se deje engañar. Nuestra labor en la Cámara Peruana de Franquicias es profesionalizar el sector, para ello estamos trabajando, para que las personas tomen una decisión adecuada.
Hacemos que las empresas que quieran franquiciar cumplan con todas las condiciones necesarias, es decir, sean formales, cuenten con sus manuales operativos y tengan ofertas serias para que los inversionistas no fracasen en su inversión.
Como consultores hemos desarrollado más de 140 proyectos de franquicias y trabajamos con diferentes empresas que ahora son exitosas e inclusive tenemos la oportunidad de internacionalizar esas franquicias.
–Considerando el alto nivel de informalidad en el Perú, ¿cuál es la labor de la franquicia en este aspecto?
–Las franquicias en el mundo lo que hacen es replicar negocios formales porque no se puede replicar ni el fracaso ni la informalidad. La franquicia ayuda a crear empresas formales, ordenadas, con buenos procesos. Las personas buscan eso porque, tarde o temprano, la informalidad lleva al fracaso.
En México y en Brasil, por ejemplo, las franquicias contribuyen con aproximadamente el 5% del producto bruto interno (PBI). Es una contribución muy importante.
Las franquicias se constituyen en una herramienta fundamental para reducir la informalidad y eso también repercute en mayores ingresos para el Estado y así atender las necesidades de la población.
En muchos países, el Estado fomenta el desarrollo de franquicias. En el Perú todavía no llegamos a un nivel tan alto, pero es imprescindible que repliquemos el éxito de las empresas formales. Además, la franquicia tiene un fin filantrópico, pues estamos enseñando a los empresarios a tener negocios propios, es decir, las franquicias forman empresarios, así como la universidad forma profesionales.
El franquiciante comparte su know how, lo que, hasta hace algunos años, era impensable, pues se guardaba el secreto del éxito en el seno de la familia y no se compartía con nadie.
En este caso no es así; se comparte un secreto para que el franquiciado también sea exitoso, igual que el franquiciante. Se trata de un tema de multiplicación del éxito.
–¿Se trabaja en algún proyecto de ley o norma que regule al sector de las franquicias?
–Estuvimos en el Congreso de la República sustentando la necesidad de una legislación marco, no tan reguladora, a raíz del problema que hubo con la franquicia de un conocido cantante de cumbia que fue denunciado por su franquiciada. Este es un ejemplo de franquicia chatarra.
Pudimos conversar con representantes parlamentarios y sustentamos esta iniciativa. El objetivo es contar con una normativa que sea una base para el desarrollo de las franquicias, pero sin un carácter regulador o fiscalizador.
En América Latina, solo México, Brasil y Argentina cuentan con una legislación de este tipo. Por ello, es bueno que contemos con un buen contrato de franquicia, que es la verdadera ley entre las partes interesadas, en el que se deben establecer las reglas claras, pues el hecho de no contar con una legislación no significa que el sector esté desprotegido.
Condiciones y requisitos
Los requisitos para que una empresa pueda ser franquiciable es contar una marca registrada, en primer lugar; luego, debe contar con un know how diferenciado, que llame la atención, que tenga una receta secreta o algo parecido, es decir, un concepto atractivo para que el inversionista se sienta interesado.
Asimismo, es importante que la franquicia sea rentable, tanto para el dueño de la marca como para el franquiciado. “Debe ser un negocio win to win y que ese know how no sea tan personalizado, es decir, que sea fácil de aprender o fácil de transmitir”, precisó Kise.
Para el ejecutivo, hay muchas empresas con un gran potencial para crecer en cadena y la forma ideal para hacerlo es la franquicia, la cual ha demostrado, en los últimos 80 años, ser la manera de inversión más eficiente porque no vincula un contrato y el franquiciado no es empleado del franquiciante.
“Esa es la ventaja de la franquicia; es como un matrimonio, se trata de un trabajo conjunto en el que uno asiste al otro”, refirió.
Datos
- El 11 de junio se celebra el Día Mundial de la Franquicia, actividad que se ha convertido en el modelo de emprendimiento más utilizado a escala global. En el Perú, el mercado de franquicias sigue en auge representando algunas variantes pospandemia.
- En nuestro país hay aproximadamente 270 empresas franquiciantes nacionales, de las cuales alrededor del 15% ya se ha internacionalizado. Otro grupo apuesta por Lima y otro grupo se enfoca en las provincias,
- Este mercado está creciendo significativamente. Para este año se prevé una expansión del 10%, es decir, alrededor de 30 empresas se incorporarán a este sector y se convertirán en franquicias.
- 540 franquicias, entre peruanas y extranjeras, participan en el mercado local, en diversos sectores productivos de bienes y servicios.
- Las franquicias en el Perú sumarían 1,300 millones de dólares en ingresos este año, lo que posiciona al país como un mercado muy atractivo.
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(FIN) DOP/SDD
Publicado: 9/6/2025