Investigadores de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), que crearon el robot turístico Pablo Bot, buscan que mejore su interacción con las personas y tenga reacciones que se asemejen a las de una persona ante emociones o situaciones cotidianas como parte del nuevo proyecto denominado Rutas 2.0.
El docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UCSP, Irvin Dongo, informó que hace un mes iniciaron la nueva investigación con fondos de ProCiencia, que forma parte del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).
El investigador indicó que el primer proyecto de Pablo Bot, denominado Rutas 1.0, cuenta con una interacción básica, es decir, se desplaza, reconoce hasta cinco emociones: felicidad, ira, tristeza, miedo y neutra en personas y grupos.
La meta de este nuevo trabajo de investigación, denominado Rutas 2.0, es que esa detección de emociones mejore y se construya una relación más cálida con el receptor.
Dongo señaló que el robot es autónomo, pero lo será aún más. Por ejemplo, si ahora ve a personas conversando, va a detectar que hay una interacción, entonces no va a pasar por allí, sino que cambiará su ruta.
“Ahora, cuando el robot reconoce que una persona está asustada se aleja. Podríamos hacer que, además de alejarse, el robot haga algunos gestos como levantar las manos, retroceder, girar o tomar una ruta diferente”, explicó el docente.
Señaló que en este nuevo proyecto involucrarán a otros robots. Al término de este trabajo serán llevados a museos para tomar nota de la evolución de sus respuestas y con esta información mejorar su interacción con las personas.
Refirió que en este estudio también trabajarán en la relación robot a robot.