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Conoce a Jesús Damián, el enfermero que recorre caseríos de Tumbes para aplicar la vacuna

Joven becario estudia el décimo ciclo de Enfermería en la Universidad Nacional de Tumbes

Conoce a Jesús Manuel Damián Acosta, el joven becario estudiante de Enfermería de la Universidad Nacional de Tumbes que recorre a pie o en moto diversos caseríos de Tumbes para aplicar la vacuna contra el covid-19 a la población local. Foto: ANDINA/Difusión.

Conoce a Jesús Manuel Damián Acosta, el joven becario estudiante de Enfermería de la Universidad Nacional de Tumbes que recorre a pie o en moto diversos caseríos de Tumbes para aplicar la vacuna contra el covid-19 a la población local. Foto: ANDINA/Difusión.

02:15 | Tumbes, nov. 30.

La pandemia de covid-19 ha sacado lo mejor de muchas personas y el más reciente ejemplo de solidaridad nos brinda Jesús Manuel Damián Acosta, un joven estudiante de Enfermería de Tumbes, quien viaja durante varias horas, a pie o en moto, para llegar a diversos caseríos y aplicar la vacuna contra el covid-19. Conozcamos su edificante historia.

Desde niño, Jesús Manuel Damián Acosta soñaba con mejorar la salud de la población en su comunidad. Por eso, apenas culminó el colegio, decidió estudiar Enfermería, influenciado también por sus dos hermanos mayores, un obstetra y la otra enfermera. En esta pandemia, el estudiante de la Universidad Nacional de Tumbes demostró su vocación de servició y se unió a las brigadas del centro de salud Andrés Araujo Morán, donde realiza su internado, para inmunizar a los tumbesinos contra el covid-19. A pie, a veces en moto, y cargando en un recipiente especial varias dosis de vacunas, el talento recorre caseríos alejados y peligrosos con una sola consigna: salvar vidas.

“El campo de la salud me llamaba la atención desde el colegio. Quería aportar en erradicar la anemia en los niños de mi localidad”, cuenta Jesús, quien destacó por sus buenas calificaciones en la primaria y la secundaria. Su esfuerzo trajo recompensas. Logró el segundo puesto en el Premio Excelencia al terminar el colegio e ingresó a la universidad en su primer intento, compitiendo con un reducido grupo postulantes, que obtuvieron el mismo reconocimiento en su región.


“Pensé que no iba a conseguir la vacante para Enfermería, pero lo hice, solo con un mes de preparación. Fue lo más emocionante”, recuerda el hijo de un papá panadero y agricultor, y una mamá ama de casa. En el 2019, se enteró del concurso Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, dirigido a talentos de universidades públicas.

“Yo seguía a Pronabec desde que salí de la secundaria. Quería ser parte de Beca 18, pero tenía temor de no quedar seleccionado y no postulaba. La Beca Permanencia era mi revancha y felizmente quedé como uno de los ganadores”, afirma.

En la actualidad, Jesús se encuentra en el décimo ciclo de la carrera, con un promedio que lo posiciona en el décimo superior y, como parte de sus prácticas profesionales, realiza su internado comunitario en el centro de salud Andrés Araujo Morán de Tumbes. Se ha desempeñado en el Área de Crecimiento y Desarrollo del Niño Sano, donde monitorea el peso y la talla de los recién nacidos y brinda consejería sobre alimentación y lactancia materna exclusiva a las madres de familia. Ha pasado, además, por los servicios de emergencia y tópico.


Desde julio del 2021, debido a la emergencia sanitaria, el becario también se sumó a las campañas de vacunación contra el covid-19, conocidas como ‘Vacunatón’. Inició con las inmunizaciones a adultos mayores, gestantes y jóvenes en su centro de salud. Ahora, bajo el lema ‘Vamos a tu encuentro’, recorre a pie, en ocasiones en moto o carro, las zonas más alejadas de Tumbes para aplicar las dosis a la población rezagada que no pudo acudir a sus locales de vacunación.

“Voy casa por casa llevando las vacunas. He caminado hasta dos horas para llegar a algunos caseríos y centros poblados, y me he encontrado con adultos mayores postrados en cama, familias de escasos recursos y personas que por tiempo y trabajo no lograron inmunizarse. La tarea es agotadora, pero a la vez gratificante porque ayudas a salvar vidas”, asegura el estudiante de 22 años.

Por las mañanas y en sus ratos libres, el joven talento, penúltimo de cinco hermanos, ayuda a su papá Juan en su pequeña panadería. “Siempre he apoyado a mi papá y a mi mamá Martina. Ellos no culminaron en el colegio, pero me impulsaron a que sobresalga como estudiante. Son un ejemplo de superación. Nos dieron a mis hermanos y a mí una buena educación, poniendo en práctica los valores y virtudes. Gracias a mis padres, cumpliré mi sueño de ser enfermero y también a la Beca Permanencia que me ayuda a solventar mis gastos de alimentación, transporte, útiles y uniforme de la universidad”, comenta con orgullo.


Cuando culmine la carrera, la meta a corto plazo de Jesús es obtener su título y postular al Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serums). Ha puesto sus ojos, además, en la Beca Generación del Bicentenario, que ofrece Pronabec para estudiar una maestría o un doctorado en las mejores universidades del mundo. Tiene claro que no será fácil, pero con dedicación y perseverancia uno puede lograr lo que se propone.

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(FIN) NDP/MAO
JRA

Publicado: 30/11/2021