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Carlos Felipa, el soldado del paradeporte, que batalla por llegar a Tokio 2020

El lanzador de bala tiene el propósito de motivar y ayudar a personas con discapacidad

ANDINA/Difusión

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09:30 | Lima, set. 28.

Carlos Felipa ha cambiado la zona de batalla. El Estadio Atlético de la Videna reemplazó los patrullajes por el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), pero mantiene su principio de defender al Perú con honor y lealtad porque jamás dejará de ser un soldado de la patria.

Felipa no se da tregua en los entrenamientos. Desde que se reiniciaron las actividades en el deporte se entrega al máximo por perfeccionar su lanzamiento de bala porque desea estar en un excelente nivel para cuando se reabra el calendario de competencias del paraatletismo paralizado por la pandemia del coronavirus. 

El objetivo es hacer la marca mínima clasificatoria a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, que se efectuará el próximo año. 

Se muestra optimista y asegura que está muy cerca de consolidar esa ansiada plaza. En la actualidad su mejor lanzamiento es de 10 metros 50 centímetros y no se encuentra lejos de la que piden (11.20 metros) para asistir al certamen magno. 

Recuperar el tiempo perdido es un trabajo arduo al que está sometido el paraatleta si se tiene en cuenta que su disciplina se necesita un campo abierto para ejercitarse y no un espacio reducido en el que permaneció desde marzo hasta mediados de julio por cumplir con la inmovilización estricta impuesta por el Gobierno. 

Hace un mes y medio el paraatletismo regresó a los trabajos presenciales en la Villa Deportiva Nacional (Videna). Por el momento, entrenan dos exponentes (uno de campo y uno de pista) debido a que cada paradepotista posee discapacidades diferentes y eso los hace ser más vulnerables que otros a contraer el coronavirus. 

“Se ha priorizado a paraatletas que tenemos movilidad particular y los que viven dentro de la Videna. En mi caso tengo una discapacidad que me permite movilizarme sin problemas y no me hace tan vulnerable”, asegura Felipa de 39 años. 



 

Misión de vida 

No obstante que el gran objetivo de Carlos Felipa es ganar una medalla en los Juegos Tokio 2020, su propósito más importante es ayudar y brindar motivación a personas que pasan por adversidad tal como él lo experimentó en el 2010 cuando perdió su pierna izquierda tras pisar una mina dejada por terroristas en el momento que patrullaba en una operación contrasubversiva en el Vraem. 

“El paratletismo me permitido demostrar a todo el país que la discapacidad no define a una persona, al contrario, le brinda una fortaleza diferente que te permite superar los problemas de la vida “ 

Cree que la realización de los Juegos Parapanamericanos 2019 en Lima ayudó a las personas con discapacidad, y sin ella, a convencerse que se puede lograr lo imposible, cuando se lucha por alcanzar metas y objetivos.  

A diferencia de muchos paradeportistas, a Carlos, la discapacidad no lo motivó a entrar al deporte. Antes de la tragedia era un buen taekwondista, incluso, llegó a ser campeón nacional de su categoría. Luego, al no poder practicarlo, debido a su discapacidad, optó por el atletismo. 

Probó con el salto de longitud y luego en los 100 metros planos. Ninguna le llenó tanto como lo hizo el lanzamiento de bala, ya que contaba con las cualidades físicas ideales para practicar esta disciplina. 

Lo que sí experimentó es la depresión por quedarse sin uno de sus miembros inferiores. Sintió que todo acabó. Le costó aceptar su nueva realidad. 

“En un primer momento pensé lo mismo porque todos transitamos por esa idea que la vida se acaba cuando nos ocurre algo o sufrimos un accidente. Yo creía que jamás iba a ser el mismo y fue un proceso del cual debí asimilarlo de a pocos. Lo importante es aceptarlo y saber en qué momento te encuentras. Pude superarlo, pude acomodar las piezas de mi vida para comenzar a construir el primer escalón”, enfatizó. 



Soldado del paradeporte

Carlos dejó, en el 2012, de pertenecer al Ejército Peruano, institución que lo adoptó durante 11 años, y en donde aprendió amar al Perú y a defenderlo con valor. Hoy, esas mismas agallas las expone cada vez que representa al país en torneos internacionales porque entiende que jamás dejará de batallar por su nación. 

“Desde que estuve en el Ejercito siempre fue el comando Felipa que está en operaciones combatiendo por la pacificación del país y la soberanía. Ahora que estoy en el deporte cambia el escenario, las herramientas y muchas cosas, pero sigue siendo el comando Felipa batallando, compitiendo para engrandecer el nombre del Perú” 

Agrega: “Así no esté en actividad, me siento un soldado para el país. Sigo batallando ahora en el deporte. Creo que guerreó más que cuando estaba en el Ejército”, concluyó el lanzador que anhela hacer historia en Tokio 2020.  



 
Datos 
En esta primera fase del reinicio de las prácticas, Felipa se adiestra los lunes, miércoles y viernes, durante 1 hora 20 minutos al día, en la Videna. Por las tardes, desarrollan entrenamientos físicos en gimnasio o en casa. 

 Tiene dos prótesis de carbono que las usa para caminar y correr. Ambas fueron traídas por su esposa desde Estados Unidos. 

 Obtuvo la medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019 al terminar en el segundo lugar en la categoría F63 (paradeportistas con discapacidad física y que compiten con prótesis, o con algún impedimento en los miembros inferiores). 

 Felipa es mayor EP (r) y ganó la medalla de oro en salto largo (3.81 metros) y plata en lanzamiento de bala en Juegos Mundiales Militares 2019 disputado en China 

Pertenece al Programa de Ayuda al Deportista (PAD) del Instituto Peruano del Deporte (IPD). 




(FIN) JSO


Publicado: 28/9/2020