El Ministerio del ambiente (Minam) está impulsado la construcción de un consenso internacional que busca asegurar la conservación y utilización sostenible de la diversidad de cultivos estratégicos para la alimentación y la agricultura, con acciones enmarcadas en el nuevo plan estratégico del Convenio sobre la Diversidad Biológica al 2030.
En ese sentido, se están promoviendo y creando las condiciones para que los países que son centro de origen de domesticación y diversificación de cultivos como algodón, maíz, papa y tomate propongan compromisos globales en materia de conservación de la agrobiodiversidad.
Perú y México lideran la Coalición de Países Centros de Origen de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta alianza promueve el reconocimiento y la definición de los centros de origen para la agricultura y la alimentación, así como el establecimiento de medidas que garanticen la conservación de la diversidad de cultivos estratégicos para el mundo.
Respecto al tema, el 5 de agosto último se realizó el segundo taller internacional sobre centros de origen, de domesticación y diversificación de cultivos como algodón, maíz, papa y tomate organizado por la Dirección de Diversidad Biológica del Minam y el proyecto GEF Agrobiodiversidad Sipam. Este evento contó con la participación de 50 expertos en ciencias naturales y sociales de Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, México, Uruguay y Perú.
Según José Álvarez, director general de Diversidad Biológica del Minam, nuestro país cuenta con líneas de base de la diversidad de cultivos con fines de bioseguridad, pero aún faltan identificar zonas que requieren una protección especial para la concentración de diversidad genética y que, se presume, podrían ser los centros de origen, debido a que concentran la mayor cantidad de variedades y razas de estas especies.
El Perú es parte de un grupo de países que son centro de origen de recursos genéticos importantes para la alimentación y la agricultura, así como poseedor de conocimientos ancestrales que han permitido el manejo de la diversidad cultivada en sus agroecosistemas.
Por ello, el Minam fomenta la ciencia con base en la cultura tradicional, confirmando el origen sudamericano del algodón, papa y tomate; y el origen mesoamericano del maíz, considerando las distintas disciplinas de las ciencias sociales y naturales.
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