Una de las celebraciones religiosas y costumbristas de mayor arraigo regional en el Perú es la Festividad en honor a San Sebastián, patrón jurado de provincias como Chepén, Cusco, Juliaca y Huancavelica, donde es tal su gran valor histórico, el vasto despliegue de su conmemoración y la profunda identificación popular con esta tradición que motivó su declaración como Patrimonio Cultural de la Nación.
A continuación, conoce todo sobre esta entrañable festividad regional, en qué localidades peruanas se celebra y cuáles han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación.
¿Quién fue San Sebastián?
San Sebastián o Sebastián de Milán fue un tribuno militar del ejército romano convertido al cristianismo, proclamado santo y mártir venerado por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.
Nacido en Narbona, en la actual Francia, en el siglo III, Sebastián fue militar que llegó a ser centurión y jefe de la cohorte en tiempos de los emperadores romanos Diocleciano y Maximiano. Convertido al cristianismo, Sebastián fue perseguido junto a otros devotos de Jesús por el emperador Diocleciano. Capturado y acusado de haber apoyado y protegido a sus hermanos en la fe, Sebastián fue condenado a muerte siendo atado a un árbol y victimado con flechas. En las Iglesias católica y ortodoxa, San Sebastián es titular de numerosos patronazgos y se le ha invocado históricamente para luchar contra la peste y las epidemias en general. Su fiesta litúrgica es el 20 de enero.
¿Cómo surgió la devoción a San Sebastián en Perú?
La devoción a San Sebastián empezó en el Perú con la conquista española y la evangelización desplegada en todo el territorio del virreinato por misioneros de las órdenes religiosas católicas.
Festividad de San Sebastián de Chepén
El origen de esta festividad se remonta al siglo XVII, a la consagración a San Sebastián del distrito de Chepén, que actualmente pertenece a la provincia del mismo nombre en el departamento de La Libertad, por parte del entonces arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, quien visitó el norte del Perú y declaró al mártir cristiano como patrón y protector de Chepén.
La devoción y la fama de milagroso de San Sebastián se habrían originado entonces en nuestro país dado que, según la tradición oral, la imagen de San Sebastián fue elaborada por un grupo de talladores de Chepén, uno de los cuales era ciego y recobró la visión al finalizar el tallado de la imagen.
En el siglo XIX la festividad ya gozaba de una compleja organización, como testimonia el acta del 21 de febrero de 1875, registrada en el libro de bautismo registrada en la parroquia de San Sebastián de Chepén. Entre los milagros de mayor reputación atribuidos a San Sebastián de Chepén se encuentra el realizado en las primeras décadas del siglo XX cuando una fuerte sequía azotó el valle durante dos años, afectando gravemente a los cultivos. Los agricultores desesperados por la falta de agua, trasladaron la imagen de San Sebastián a la orilla de una acequia y, según la tradición oral, el agua brotó de inmediato. Cuenta la historia que sobre esa acequia se construyó una capilla que luego se convirtió en la Capilla de la Inmaculada Concepción, en donde la procesión de San Sebastián se detiene cada año como parte de su recorrido.
La Festividad en honor de San Sebastián se celebra tradicionalmente del 8 al 22 de enero, siendo el día central de la efeméride el 20 de enero. Durante la festividad, las bandas de música recorren las principales calles de la ciudad para invitar a la población a participar de la celebración. Cada banda está encabezada por autoridades regionales, de la provincia y de los distritos integrantes. Al finalizar el recorrido se realiza una retreta en la Plaza de Armas. Luego se realiza la adoración al Santísimo Sacramento en la parroquia de San Sebastián, mediante una misa en presencia de autoridades y devotos.
También se realizan novenas, que son las misas celebradas durante nueve días consecutivos en la parroquia de San Sebastián. Cada misa es organizada por una institución local o persona natural que asume el cargo de oferente. Al término de la primera y la última misa se celebra con la quema de castillos de pirotécnicos.
Luego de las novenas se celebra el denominado “día de antevísperas”. En esta ocasión, desde la mañana y hasta la medianoche, los grupos parroquiales realizan alternadamente la llamada “guardia de honor” que consiste en la veneración a la imagen de San Sebastián. De manera paralela, el comité religioso de la festividad, en un acto solemne traslada la imagen de San Sebastián a un anda más grande llamada el anda mayor, en la cual el santo patrón saldrá en procesión el 20 de enero, día central de la festividad.
Una de las danzas emblemáticas de la Festividad en honor a San Sebastián es la llamada Danza de la cosecha del arroz, en la cual se representa la labor del agricultor devoto en la siembra y cosecha de este cereal que se cultiva actualmente en la región La Libertad.
El día central de la Festividad en honor de San Sebastián se anuncia por la mañana con el sonido de camaretazos y la música de las bandas que recorren las principales calles de la ciudad. Luego se realiza una retreta a cargo de las bandas de música y se realiza la “Misa de fiesta”, presidida por el párroco de Chepén y en la que participan otros sacerdotes del valle y de la región, las autoridades y una masiva multitud de fieles devotos de San Sebastián.
La Festividad de San Sebastián de Chepén fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 9 de noviembre de 2015, por ser una importante manifestación de fe religiosa, con gran valor histórico, siendo además un elemento de integración social, y que constituye, para sus portadores, un referente de su identidad cultural.
La Fiesta de San Sebastián en otras regiones
Además de Chepén, la Festividad en honor de San Sebastián se celebra en el distrito del mismo nombre de la provincia y departamento de Cusco, donde también existe una arraigada tradición que motivó su declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación, el 18 de junio de 2010.
En los fundamentos de esta declaratoria se destaca que esta festividad posee una importancia local y regional, trascendencia histórica, riqueza de contenidos y de elementos asociados contribuye a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.
También es Patrimonio Cultural de la Nación, desde el 28 de mayo de 2015, la Fiesta costumbrista de la batalla en honor de San Sebastián, que se celebra en el distrito de Conayca, provincia y región de Huancavelica.
El reconocimiento a esta celebración se dio por constituir un corpus cultural que conjuga la celebración de San Sebastián y la danza representada en su honor, generando un espacio simbólico en el que se afirma el carácter aguerrido y valeroso del poblador conayquino, y que permite revalorar formas de organización social dentro de la comunidad.
Finalmente, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación, el 5 de setiembre de 2011, a la danza Qashwa de Machuaychas y Chiñipilcos de la fiesta de San Sebastián de la ciudad de Juliaca, que se celebra en esa ciudad capital de la provincia de San Román, departamento de Puno.
Ello, por manifestar a través de su tradición oral, su música y su organización festiva y coreografía, la rica y compleja historia de una región, además de ser muestra de la supervivencia de una tradición prehispánica, transformada por la cristianización y la historia local republicana, constituyéndose así en una manifestación de gran significado como fuente de identidad para la colectividad de la ciudad y del distrito de Juliaca.
(FIN) LZD/MAO
JRA
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