María Fernanda Maida Eterovich, nacida en Cochabamba, en el centro de Bolivia, a 2,558 m.s.n.m, ha marcado un hito en la historia del vóley boliviano. Esta temporada, llegó a la Liga Peruana para jugar en el Deportivo Soan, convirtiéndose en una de las jugadoras más destacadas del campeonato.
En conversación con la Agencia Andina, Fernanda relató que empezó en el vóley desde muy pequeña, a los 9 años, sin imaginar los desafíos que la vida le tendría preparados en un país donde el apoyo al deporte no es el esperado. Sin embargo, a los 15 años dio un gran paso al incursionar en el vóley playa, logrando destacadas participaciones en distintos torneos.
“Nunca formé parte de la selección boliviana de vóley de piso, pero gracias al vóley playa tuve la oportunidad de conocer muchos países. Al principio, no me gustaba este deporte, pero cuando comencé a jugarlo, me enamoré de él. Con mi club comenzamos a obtener buenos resultados en torneos nacionales, lo que nos permitió clasificar a campeonatos sudamericanos, mundiales y, finalmente, a los Juegos Olímpicos Juveniles en China”, contó con nostalgia.
Fernanda vivió en Estados Unidos, lo que amplió sus horizontes y a los 20 años, se convirtió en un referente deportivo para su país. Recibió una importante beca estudio-deporte en la Universidad de Alabama Birmingham, en Estados Unidos, convirtiéndose en el fichaje más importante del vóley boliviano.
“Yo viví en Estados Unidos de pequeña, vi más o menos la vida allá y me encantó. Siempre quise volver, y tengo familia allá que fue deportista en la universidad. Ellos me ayudaron a contactar universidades y logré conseguir la beca”, explicó con entusiasmo.
La luz que casi apaga su carrera
Tras destacarse en la Liga Universitaria, donde estableció un récord por la mayor cantidad de puntos de ataque y fue nombrada la mejor jugadora de su primer año, Fernanda continuó su crecimiento en el vóley y se trasladó al “Viejo Continente”. En la Liga de Portugal, representó al Club Kairos, donde vivió uno de los momentos más oscuros de su carrera. Una lesión amenazó con poner fin a su carrera, pero su coraje y el apoyo incondicional de su familia fueron cruciales para su recuperación.
“Yo me imaginé jugar hasta no poder más, y cuando me comentaron de mi lesión, pasó por mi cabeza el no continuar. Obviamente, me puse a pensar qué hacer sin el vóley. Gracias a Dios, estaba con mi familia, fui a visitarlos, y me apoyaron. También se dio que fui a ver a un doctor, y me dijo que no estaba tan mal como me lo habían dicho en otro lugar”.
“Así que me dediqué un mes y medio a la recuperación y al tratamiento, y en dos meses ya estaba jugando de nuevo. Pero ese mes y medio, en el que tenía la idea de que no iba a volver a jugar, me hizo pensar que quizá era para bien. Me ayudó a ver qué podría hacer sin el vóley o cuando termine de jugar”, agregó.
El viaje a Perú
Su llegada a Perú fue un nuevo desafío en su carrera. La Liga Peruana es considerada una de las mejores de Sudamérica, y Maida se incorporó al Deportivo Soan gracias al contacto con su entrenador, Alejandro Altamirano, quien había sido su asistente técnico en Portugal. “Él me contactó para ver si tenía equipo. Yo estaba lidiando con trámites de visa para ir a España, pero al final pude venir aquí. Acepté también porque lo conozco, es un buen entrenador y tenemos un excelente cuerpo técnico”, relató.
Al llegar a nuestro país, Fernanda se dio cuenta de la diferencia en el nivel de competencia y profesionalismo. "En Bolivia no tenía la misma estructura, pero aquí el vóley tiene mucha más importancia, los clubes tienen mejores condiciones y los entrenadores son más profesionales. Esto me motiva mucho", compartió.
En cuanto a los entrenamientos, destacó la forma en que el equipo maneja las sesiones: “Entrenamos generalmente por la noche, y los dobles turnos dependen de la situación. Hay días enfocados en defensa, otros en recepción, y también combinamos ambos aspectos. Además, siempre se toman en cuenta cómo estamos físicamente, lo que me encanta porque se ajustan a nuestro estado físico”.
La ola de críticas
El debut de Maida en la Liga Peruana no estuvo exento de críticas. Al ser la primera jugadora boliviana en participar en la liga, las redes sociales se llenaron de comentarios que ponían en duda su nivel. Aunque la situación le afectó, Fernanda mantuvo su serenidad y se concentró en demostrar de qué estaba hecha.
“Antes de que empiece la liga, sentí una presión extra. No lo admití porque eso hubiera generado aún más presión. Pero yo sabía qué tipo de jugadora soy. Solo tenía que hacer lo mejor posible y dejar que las cosas fluyeran”, afirmó.
Agregó: “No puedo decir que me afectó por completo, pero leer esas críticas me generó enojo, no por la persona, sino por la nacionalidad”.
Sueños en el horizonte
Con los pies firmemente en la tierra, Fernanda busca seguir creciendo en su carrera profesional más allá del vóley. La oportunidad de estudiar en Estados Unidos le abrió nuevas puertas, y en el futuro, su sueño es vincular su carrera profesional con el deporte.
“Me encanta estar en contacto con el deporte. Mis metas siempre fueron estar involucrada en algo relacionado con el deporte, ya sea en un club o creando algo propio. Tengo algo de experiencia en marketing con diferentes equipos”, concluyó.