La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) reveló que el satélite estadounidense-europeo Sentinel 6 Michael Freilich detectó las primeras señales del desarrollo de un Fenómeno El Niño a través del océano Pacífico ecuatorial.
Desde hace algunos meses científicos y organismos mundiales que estudian el clima han advertido sobre la posible formación de un evento El Niño en los próximos meses, debido a las condiciones que presenta el océano Pacífico. Sus previsiones parecen confirmarse a medida que avanza el tiempo y los estudios recientes como el que presenta la NASA.
A través de un comunicado de prensa divulgado ayer, la NASA precisó que las ondas Kelvin, cuando se forman en el ecuador, llevan agua caliente, lo cual se asocia con niveles del mar más altos, desde el Pacífico occidental hasta el Pacífico oriental.
Debilitamiento de vientos
La NASA indicó, asimismo, que el agua se expande a medida que se calienta, por lo que los niveles del mar tienden a ser más altos en lugares con aguas más calientes. El Niño también está asociado con un debilitamiento de los vientos alisios. Esta característica puede ocasionar condiciones más frías y húmedas al suroeste de Estados Unidos y sequía en países del Pacífico occidental, como Indonesia y Australia.
Para predecir el Fenómeno El Niño, los científicos miden diversos factores, entre ellos la velocidad de los vientos alisios y las temperaturas de las aguas de los océanos, tanto en la superficie como en las profundidades.
Reporte del satélite
Los datos del nivel del mar del satélite Sentinel 6 Michael Freilich del 24 de abril muestran aguas oceánicas en el ecuador y la costa oeste de América del Sur relativamente más altas (en rojo y blanco) y más calientes. El agua se expande a medida que se calienta, por lo que los niveles del mar tienden a ser más altos en lugares con aguas más calientes.
La NASA explicó que los datos del satélite Sentinel 6 Michael Freilich que presenta cubren el período comprendido entre principios de marzo y finales de abril de 2023.
"Para el 24 de abril, las ondas de Kelvin habían acumulado agua más caliente y niveles del mar más altos (que se muestran en rojo y blanco) frente a las costas de Perú, Ecuador y Colombia", subrayó.
Satélites como Sentinel 6 Michael Freilich pueden detectar ondas de Kelvin con un altímetro de radar, el cual utiliza señales de microondas para medir la altura de la superficie del océano. Cuando un altímetro pasa sobre zonas que son más calientes que otras, los datos muestran niveles del mar más altos.
“Estaremos observando este episodio de El Niño con ojos de águila”, dijo Josh Willis, científico del proyecto Sentinel 6 Michael Freilich en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California. “Si el fenómeno es grande, el mundo verá un calentamiento récord, pero aquí en el suroeste de Estados Unidos podríamos estar viendo otro invierno con muchas precipitaciones, justo después de los diluvios que tuvimos el invierno pasado”.
Tanto la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos como la Organización Meteorológica Mundial han informado recientemente que existen mayores posibilidades de que El Niño se desarrolle a finales del verano boreal (setiembre). El monitoreo continuo de las condiciones oceánicas en el Pacífico con instrumentos y satélites como Sentinel 6 Michael Freilich debería ayudar a aclarar en los próximos meses qué tan fuerte podría llegar a ser este fenómeno.
“Cuando medimos el nivel del mar desde el espacio utilizando altímetros satelitales, conocemos no solo la forma y la altura del agua, sino también su movimiento, como Kelvin y otras ondas”, dijo Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa de la NASA y gerente de Sentinel 6 Michael Freilich en Washington. “Las olas del océano propagan el calor alrededor del planeta, trayendo calor y humedad a nuestras costas y cambiando nuestras condiciones atmosféricas”.
El último reporte de la NOAA, emitida a principios de mayo indica que de acuerdo a los últimos estudios existía más de un 80 % de probabilidades de la presencia de un evento El Niño para fines del verano boreal. Este reporte fue corroborado posteriormente por la Organización Meteorológica Mundial que adelanta que este fenómeno originará una mayor temperatura en diversas zonas del planeta.