Los perezosos hacen casi todas sus actividades (comer, dormir, aparearse y parir) colgados de las ramas de los árboles, razón por la cual es difícil encontrarlos.
19:05 | Tambopata, jun. 2.
Aprovechando el confinamiento que acata la población para contener la propagación del nuevo coronavirus, varios animales hacen de las suyas. Este es el caso de un oso perezoso, que fue rescatado cuando se desplazaba cómodamente por un cableado eléctrico en la provincia de Tambopata, región Madre de Dios.
Ese animalito fue rescatado por personal de la Policía de Medio Ambiente de Madre de Dios y luego liberado a su hábitat natural, ya que está penado criar animales silvestres sin previa autorización.
Esta especie solo puede permanecer en criaderos autorizados que son supervisados por Dirección Regional de Fauna Silvestre.
Casi todas las actividades de los perezosos, como comer, dormir, aparearse y parir, la hacen colgados de las ramas de los árboles, razón por la cual es difícil encontrarlos.
Los movimientos lentos de este animal son en realidad una adaptación para sobrevivir, con una dieta de baja energía basada en hojas; el tacto y el olfato le permite buscar alimento, no así la vista y el oído. Es un excelente nadador.
La singular aparición del oso perezoso en tiempos de pandemia, nos hace recordar que otras especies, como zorros, pumas, venados, monos, en muchas partes del mundo, se animan a explorar nuevas aéreas ante la poca actividad humana. Algunos buscan comida, mientras otros disfrutan de las calles vacías.
Por ejemplo, los animales silvestres caminan seguros por las áreas naturales protegidas de la Sierra y Selva. Además, constituye todo un espectáculo que las playas de Lima sean ocupadas por gaviotas, guanay y zarcillos,
delfines, lobos marinos y hasta tortugas. Siempre estuvieron allí, pero se alejaron del hombre para protegerse.
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JRA
Publicado: 2/6/2020