El Poder Judicial dictó la primera sentencia por el delito de violación sexual contra una menor con espectro autista, síndrome de Asperger y habilidades diferentes, condenando a Adán Noriega Saavedra a 20 años de prisión y el pago de una reparación civil de S/ 35,000.
El abuso sexual lo perpetró durante tres años, antes de que la madre se enterara en el 2008 lo que padecía su hija. Ese año observó que su niña estaba ansiosa, muy nerviosa, no comía hasta que le preguntó, en varias oportunidades qué era lo que le ocurría. Como torrente de agua la adolescente de 13 años pudo por fin revelar el abuso del que era víctima.
Así se enteró que Noriega Saavedra se había aprovechado de su condición de inquilino en la casa familiar para violar sistemáticamente a la chica durante tres años, con amenazas y maltrato psicológico además.
Ese año la mamá presentó la denuncia, y con ella empezaron otras penurias como la existencia de operadores de justicia insensibles o inexpertos para abordar el problema. Por esa situación el violador fue absuelto en dos oportunidades por el Poder Judicial que admitió que hubo violación contra la menor pero que no había pruebas de la responsabilidad de Noriega Saavedra.
La exviceministra de la Mujer y abogada Isabel Rosas Ballinas, abogada del caso por encargo del Movimiento Manuela Ramos explicó a la Agencia Andina que estos casos son muy difíciles de resolver porque la mayoría de los operadores de justicia no les creen a las adolescentes, y menos si sufre una discapacidad física o mental.
Caso emblemático
Tres años trascurrieron y la victima seguía sin obtener justicia. El 2011 la progenitora llegó al local de la institución enterada de que se dedicaba a defender los
derechos de las mujeres. Esa decisión cambió el rumbo de los hechos.
Rosas Ballinas sostiene que, si no fuera por el esfuerzo de la madre de la hoy joven de 23 años, quien no abandonó el caso durante estos diez años, hubiera ocurrido lo mismo que en muchas familias: no continuarlo por falta de apoyo del Estado que aún no asume al cien por ciento la protección de la víctima.
“La señora no solo se encontró con un sistema que no cree en los testimonios de las victimas de violación, sino con sectores como el de salud que aún no cuenta con profesionales entrenados para atender la psicología y
sexualidad afectada de las menores. Es un caso emblemático”, anotó.
Con el expediente en sus manos, Rosas Ballinas solicitó el 2012 la nulidad de ambas absoluciones. El Poder Judicial la aprobó. El Ministerio Público actuó nuevamente la investigación y acusó por tercera vez. Este nuevo proceso culminó en octubre del 2018.
Noriega Saavedra ha sido condenado a 20 años de prisión y al pago de una reparación civil de S/ 30,000 para la víctima. Sin embargo, aún no se aplica la sentencia porque se encuentra en calidad de no habido. Actualmente está con orden de captura e impedido de salir del país.
Argumentos legales
Uno de los principales argumentos para ganar esta causa, comenta la abogada, fue abordar el caso desde una perspectiva de derechos humanos. Aquí, precisó, se atropellaron los derechos a la integridad física y psicológica, a la libertad sexual, autonomía y a vivir una vida sin violencia. Son derechos de relevancia constitucional, indicó.
Otro igualmente importante fue el relacionado con la tolerancia social. Las familias aceptan los abusos sexuales, como también la Policía y los
operadores de justicia, y eso favorece la impunidad, sostuvo.
Finalmente, la valoración integral de la prueba fue lo determinante para que saliera la sentencia a favor de la víctima. “Insistir en ello nos permitió mostrar la declaración de la jovencita, de los testigos, los informes periciales sobre autismo de entidades públicas y privadas especializadas”, manifestó.
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Video: Justicia dicta primera sentencia por violación a niña con autismo
Publicado: 21/1/2019