13:14 | Puerto Maldonado, ene. 19.
El Papa Francisco, de visita pastoral en la región Madre de Dios, se refirió hoy a la destrucción de los bosques de la Amazonía, y criticó que las áreas forestales sean devastadas “por el vértigo de un progreso malentendido”, generando tristeza en las comunidades nativas.
Desde
el hogar infantil El Principito, que alberga a menores que sobrevivieron al abandono y la violencia en
Puerto Maldonado, el Pontífice destacó el que generaciones anteriores enseñen a los niños a descubrir los bosques y encontrar en ellos medicina y alimento.
“Los ríos que acogieron sus juegos y les regalaron comida hoy están enlodados, contaminados, muertos. Jóvenes, no se conformen con lo que está pasando. No renuncien al legado de sus abuelos, no renuncien a su vida ni a sus sueños”, expresó
el Santo Padre.
Durante su alocución, Francisco expresó su deseo de estimular a los jóvenes originarios de la selva peruana a que estudien, se preparen y aprovechen la oportunidad que tienen para formarse, pues dijo que el mundo los necesita “tal y como son”.
En ese sentido, los instó a no conformarse con ser el “vagón de cola de la sociedad, enganchados y dejándose llevar”, y les pidió escuchar la sabiduría de sus abuelos, valorar sus tradiciones y nunca frenar su curiosidad.
“Los necesitamos como motor, empujando (…). Busquen sus raíces y, a la vez, abran los ojos a lo novedoso”, refirió el Papa Francisco, al señalar la importancia de devolver al mundo lo aprendido, pues el planeta, dijo, los necesita auténticos y originales, “como realmente son”.
Agregó que el pueblo de la selva debe sentirse orgulloso de pertenecer a la Amazonía, porque le aporta a la humanidad una alternativa de vida verdadera.
“Nuestras sociedades, tantas veces, necesitan corregir el rumbo y ustedes, los jóvenes de los pueblos originarios, estoy seguro, pueden ayudar muchísimo con este reto, sobre todo enseñándonos un estilo de vida que se basa en el cuidado y no en la destrucción de todo aquello que se oponga a nuestra avaricia”, anotó.
Asimismo, el Papa Francisco tuvo palabras de agradecimiento por el recibimiento que tuvo a su llegada al citado albergue, y comentó que los menores allí refugiados son el tesoro más preciado que hay que cuidar y el reflejo del Niño Jesús.
“Perdonen las veces que los mayores no lo hacemos o que no les demos la importancia que merecen. Sus miradas y sus vidas siempre exigen un mayor compromiso y trabajo para no volvernos ciegos o indiferentes ante tantos otros niños que sufren y pasan necesidad”, dijo.
(FIN) MVF/
GRM
Publicado: 19/1/2018