El funcionario afirmó que si bien la vigilancia de este patrimonio arqueológico se ha fortalecido con la contratación de más personal, aún resulta difícil custodiar en toda su integridad el área que ocupan las Líneas de Nasca toda vez que comprenden alrededor de 450 kilómetros cuadrados.
“Si bien el
Ministerio de Cultura monitorea cotidianamente las zonas de mayor concentración de geoglifos, no es posible protegerla completamente. A lo largo de los valles y quebradas por donde se extiende el área arqueológica es posible ingresar y transitar”, dijo.
Agregó que se ha incorporado el uso de tecnología con drones para la vigilancia aérea de la zona arqueológica. “Consideramos que la vigilancia tiene que ser las 24 horas pero estamos tratando de implementar la vigilancia nocturna para atender emergencias que pudieran presentarse en horas de la noche”, aseveró.
Isla refirió que a la par con la vigilancia, el
Ministerio de Cultura lleva adelante una estrategia de comunicación y educación muy intensa con las poblaciones locales de Nasca y Palpa para que ellas ayuden en la conservación del patrimonio. “La población es nuestra mayor aliada en esta tarea”, expresó.
Daño al patrimonio cultural
Respecto al daño provocado por
Jainer Jesús Flores Vigo, chofer del camión de la empresa Transportes Pakatnamu SAC,
de placa B3R-946, el funcionario del
Ministerio de Cultura ratificó que él
ingresó sin autorización a la Pampa de Nasca, a pesar de la señalización que indica la condición patrimonial del área.
“El chofer no puede argumentar que allí no había señalización porque
existen carteles del Ministerio de Cultura que indican que es una zona patrimonial, que allí están las
Líneas de Nasca. Por eso, el chofer ha sido intervenido y denunciado el mismo día que ocurrió este evento”, manifestó.
En efecto, al percatarse del hecho acontecido al promediar las 18:00 horas del sábado 27 de enero, los vigilantes del Ministerio de Cultura intervinieron al infractor y presentaron la denuncia ante la Policía Nacional del Perú de Nasca.
A las 8:30 horas del día siguiente, el
Ministerio de Cultura realizó una
inspección con presencia de la PNP y de la Fiscalía Provincial de Nasca, constatándose que el camión dejó en su trayecto huellas profundas en un área aproximada de 50 por 100 metros, afectando la superficie de la pampa y parte de tres geoglifos (líneas rectas).
Isla comentó que en la denuncia por afectación al patrimonio cultural de la Nación, el Ministerio Público incluyó a la empresa de transportes Pakatnamú SAC, propietaria del camión que conducía Jainer Jesús Flores Vigo, como tercero civil responsable para asegurar el pago de la reparación civil por los daños causados.
En relación con la restauración de los geoglifos dañados, Isla dio a conocer que una vez que concluya el proceso judicial se procederá a la reparación correspondiente. De momento no se puede intervenir debido a que el espacio afectado constituye una evidencia que sustentará la denuncia penal en el juicio contra los denunciados, explicó.
“Para la restauración el Ministerio de Cultura cuenta con personal capacitado para esta labor e incluso hay un programa muy importante, con la ayuda del Fondo del Embajador de Estados Unidos, que se encarga de la limpieza y mantenimiento de los geoglifos más importantes que hay en la Pampa de Nasca”, enfatizó.
Greenpeace
El funcionario dijo que si bien es lamentable lo ocurrido, se trata de un hecho aislado que no ocurre desde diciembre de 2014 cuando 12 activistas de la organización internacional
Greenpeace ingresaron ilegalmente y dañaron las Líneas de Nasca, en un área de 40 metros cuadrados, donde se encuentra el geoglifo del colibrí.
En esa zona se colocó un mensaje de color amarillo que decía
"Time for Change! The future is renewable, Greenpeace" (¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable, Greenpeace).
Casi tres años después de este atentado contra el patrimonio cultural de la Nación, en mayo de 2017, el Poder Judicial condenó a dos años y cuatro meses de prisión suspendida, no efectiva, y una multa de casi 200,000 dólares al activista de
Greenpeace, el austriaco Wolfgang Sadik, como responsable por los daños a la emblemática figura del colibrí. El caso judicial contra Greenpeace constituye uno de los mayores perjuicios contra el patrimonio cultural peruano.
Las Líneas de Nasca son geoglifos de más de 2,000 años de antigüedad, que sólo pueden ser apreciadas desde el cielo. Se trata de más de 800 líneas de decenas de metros de largo, unas 300 figuras geométricas y otras 70 con formas de animales, plantas y seres antropomorfos, las más famosas. Su real significado es un enigma, dado que algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico, mientras que otros le atribuyen ser un calendario.
Estas figuras fueron estudiadas durante décadas en el siglo XX por la investigadora alemana
María Reiche, quien llegó en 1933 a Perú como profesora de matemática y acabó como guardiana de los misteriosos geoglifos preincaicos en medio de un desierto.
Nacida en 1903 en Dresde, Alemania, María Reiche ejerció durante años como profesora y traductora hasta que en 1941 conoció a Paul Kosok, un profesor estadounidense que se dedicaba a sobrevolar y estudiar los enigmáticos geoglifos.
Estos diseños trazados en el desierto, a unos 400 kilómetros al sur de Lima, fueron delineados como canales o zanjas en la arena, es decir, como grabados de bajo relieve. Se cree que los dibujos fueron hechos entre los años 200 a.C. y el 500 d.C., en un área de unos 450 kilómetros cuadrados. Con estas figuras, la antigua sociedad Nasca, desarrollada hace unos 2.300 años, transformó un extenso territorio yermo en un paisaje cultural con alta connotación simbólica, ritual y social.
Reiche se dio cuenta de que las líneas no estaban protegidas y decidió "salvarlas". Se mudó cerca del desierto para dedicar día y noche a protegerlas y estudiarlas. La matemática pasó sus últimos años viviendo en una habitación de un hotel cercano a las líneas. Murió hace poco más de 19 años, en Lima, pero hasta la actualidad es querida y conocida en Perú como la "Dama de Nasca".
Patrimonio mundial
Las Líneas de Nasca se convirtieron en reserva arqueológica y parte del Patrimonio Cultural de la Nación de Perú en 1993 y un año después Patrimonio Mundial por la Unesco, por su excepcional construcción y por ser testigo único de una civilización antigua.
(FIN) LZD/MAO
JRA
También en Andina: