Al ritmo de la quena, guitarra, violín y bombo andino, Segundo Huamán Palma, de 70 años, transmite el amor por las danzas de su bello centro poblado El Tambo, ubicado en el distrito de Bambamarca, departamento de Cajamarca, a un grupo de niñas de su localidad, al cual pertenecen sus dos nietas y su primera bisnieta de apenas dos años.
El septuagenario, más conocido por sus vecinos como “Palmita”, se ha convertido en un maestro de tradiciones y el encargado de compartir los secretos que hay detrás de una hermosa coreografía costumbrista, como en el caso de la danza de las pallas, que por décadas simboliza el rol de las mujeres en el trabajo agrícola y la fuerza que tienen para impulsar sus comunidades.
Además de enseñar las riquezas culturales de El Tambo, Segundo confecciona los trajes típicos de sus alumnas y se encarga de promocionar el talento de las pequeñas en las actividades de los diferentes distritos de la provincia de Hualgayoc. Su participación aumentó desde que se incorporó al programa Pensión 65 y se sumó a la Intervención de Saberes Productivos, que busca revalorar el arte y las habilidades de los adultos mayores.
“Enseño danzas cajamarquinas, pero en especial me piden organizar el número de las pallas por los años de experiencia que tengo y la paciencia que me caracteriza. Me siento orgulloso porque de alguna manera aporto a mi sociedad y dejo un legado en las nuevas generaciones, como a mis nietas y mi bisnieta”, enfatizó el popular “Palmita”.
Inspiración
A sus 70 años, Segundo reveló que hubo un momento en que se sintió cabizbajo, pero el nacimiento de su nieta Dayana (11) le hizo ver la vida de otra manera. “Cuando la tuve en mis brazos sentí mucha alegría. Fue algo muy especial, como lo que había sentido con mis hijos, pero ya casi había olvidado por los años que han pasado”, detalló mientras sus ojos se humedecían por la emoción.
A los meses, su otra hija le contó que ya tenía una segunda nieta, Sandrita (10). Los años pasaron y ambas vieron fotografías de su abuelo bailando y algunos trajes típicos en ciertos rincones de su casa. Un día, le pidieron que les enseñe todo lo que sabía para que siempre tengan ese recuerdo. Fue así que el danzante pasó a ser un guía de cultura y festividad.
“Hace dos años, mi nieto mayor y su esposa me dijeron que ya tenía mi primera bisnieta, Kenia Yamilé, que por razones de la vida vive a unos pasos de mi casita. Ahora, las miro a las tres con mucho amor y me motiva ser la persona que les enseñe lo hermoso que es preservar una cultura como la cajamarquina”, confesó mientras las abrazaba.
Talento y apoyo
Huamán Palma y sus alumnas tienen mucho talento por demostrar. Ellos, participan de los encuentros de saberes productivos que organiza Pensión 65 y su municipalidad, representando con orgullo a su centro poblado de El Tambo.
“Nosotros también recibimos el respaldo de diferentes personas e instituciones, porque yo mismo hago los trajes típicos, con telas e hilos que llegan a mi taller. En esto momentos nos estamos preparando para diferentes festividades y cualquier apoyo es bienvenido, me pueden llamar a mi número 938 959 719”, añadió con un profundo entusiasmo.
(FIN) NDP/LZD