La marcha fúnebre fue encabezada por una bulliciosa banda que entonaba canciones carnavalescas cajamarquinas, seguida de la elegante reina del carnaval. En una carroza de la funeraria Cruzado, el Ño Carnavalón reposaba rodeado de sus dos viudas, quienes derramaban lágrimas mientras la multitud les acompañaba en su duelo.
El Ño Carnavalón anunciaba su partida a través de la música, marcando el fin de su reinado festivo. Tras cruzar la Plaza de Armas, la procesión llegó al óvalo musical, desde donde continuó en vehículos hasta los Baños del Inca.
En la primera maravilla
Tanto habitantes como autoridades locales se unieron en el último adiós al querido representante del carnaval cajamarquino. En este emblemático lugar, el alcalde de Baños del Inca, Jaime Mantilla Silva, recibió el cuerpo del Ño.
“Es un honor poder recibir en nuestro pueblo al rey Momo y a los diversos turistas que nos acompañan el día de hoy en la despedida de quien fue el soberano de esta festividad”, comentó Jaime Mantilla a la Agencia Andina.
Del mismo modo, refirió que espera que este día sea una fiesta llena de alegría y que cada uno de los asistentes puedan disfrutar a plenitud el cierre de fiestas.
“Han sido días llenos de color y música, esperamos que el día de hoy no sea la excepción y que esta fiesta que hemos realizado a modo de despedida se dé a todo dar, pues también tendremos el sorteo de una camioneta 0 kilómetros que estará esperando a su dueño”, indicó Mantilla.
La ceremonia culminó a las dos de la tarde, con la lectura del testamento y el féretro del Ño incinerado, marcando así el fin de una festividad que parecía no tener final. Aunque la tristeza embarga los corazones de muchos peruanos al despedirse de esta celebración tan querida, la esperanza y el entusiasmo por el próximo año están presentes en cada rincón.
La edición del carnaval de este año ha dejado altas expectativas y recuerdos inolvidables en la mente de todos los participantes. Con la esperanza de que el próximo año pueda seguir encantando con la misma magia y alegría, la comunidad espera con ansias volver a disfrutar de esta tradición tan arraigada en la cultura peruana.
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