Hacer empresa en el país no es fácil y más aún en coyunturas complicadas. Michael Alarcón sabe lo que es superar una crisis con sacrificio, esfuerzo y fe. Estas cualidades han sido fundamentales para que el restaurante La Muralla cumpla 18 años en el mercado peruano.
"Hemos pasado muchos años de crisis antes de la pandemia. La expansión del covid-19, definitivamente, ha sido la peor de todas. Tuvimos dos años (2020 y 2021) con nuestros locales cerrados, prácticamente sin ingresos, pero este 2022 ha sido esperanzador para nosotros", comenta el empresario al Suplemento Económika del Diario El Peruano.
¿Cómo La Muralla sobrellevó esa coyuntura? Alarcón precisa que se generaron ingresos de diversas formas.
"Incursionamos en diversos rubros culinarios. Vendimos pollo a la brasa por delivery, para ello instalamos una cocina oculta (dark kitchen), también iniciamos la venta por delivery de tortas y pasteles, una línea que se consolidó muy rápidamente, al igual que la venta de sánguches de chicharrón. Con eso pudimos salir adelante en aquellos difíciles años", comenta.
El empresario resalta la importancia que tuvo el programa Reactiva Perú en este proceso.
"Reactiva fue algo muy bueno para nosotros, nos dio un respiro. Ahora, ya nos estamos recuperando y cumpliendo con los pagos respectivos", refiere.
El público
Todo este esfuerzo no hubiera sido posible sin la respuesta del público. Alarcón menciona que en lo que va del año ya se superaron los niveles de venta registrados antes de la pandemia (2019).
"Esta recuperación no es exclusiva de La Muralla. Veo que todo el sector restaurantes y entretenimiento en general se encuentra operando casi al 100%. La gente consume masivamente en todos los distritos. Hay muy buenas proyecciones", apunta el empresario.
Manifiesta que esto también es reflejo de la recuperación que registra el turismo, tanto interno como receptivo.
"Estamos por encima de la mitad de turistas que recibimos en el 2019, pero debemos seguir trabajando para que sea mucho mayor. Este, definitivamente, repercutirá en todos los sectores productivos del país, pero, de manera especial, en la gastronomía", asevera.
Diversificación
La crisis también significa oportunidad y eso es lo que Michael Alarcón supo aprovechar, pues logró diversificar sus negocios y ahora el Grupo La Muralla cuenta con nuevas líneas que surgieron, en un determinado momento, como alternativas para superar la pandemia, pero que fueron consolidándose en el trayecto.
"Los resultados en estos rubros han sido tan positivos que hemos abierto una sanguchería en el distrito de San Borja y, además, seguimos impulsando la dark kitchen con nuestras marcas", anota.
El empresario es consciente de que la pandemia obligó a muchos empresarios a salir de su zona de confort de una manera dolorosa por las consecuencias que acarreó.
"Muchos amigos y familiares, lamentablemente, no pudieron resistir los embates del covid-19, por lo que debemos ser conscientes de lo que significó esta dura etapa en nuestras vidas y estar siempre preparados para las contingencias que se puedan presentar", detalló.
Perspectivas
Con un panorama mucho más claro, el gerente general de La Muralla ve el próximo año con un mayor optimismo.
Entre sus planes próximos se encuentra la expansión de la sanguchería El Damero Sanguchero Limeño.
"Además, impulsaremos el crecimiento de nuestra cebichería, Puerto 260, la cual cuenta con dos locales en el Centro Histórico de Lima y con nueve años en el mercado", refiere.
Alarcón asegura que Puerto 260 se expandirá a otros distritos de Lima en el 2023. Actualmente, el Grupo La Muralla cuenta con cinco locales. Para el próximo año, la empresa se ha propuesto abrir tres nuevos locales.
El empresario aconseja a quienes tienen planes de emprender un negocio que lo hagan, pues el país no puede quedarse sin inversión, ya que de ella dependen muchos puestos de trabajo.
"El Perú siempre ha enfrentado crisis, tanto internas como externas, pero también ha sabido superarlas y eso es lo que debemos rescatar. Muchas personas han resistido y han salido adelante; ellas deben ser nuestro ejemplo".
La comida criolla es la especialidad de La Muralla, cuya carta es reconocida por los consumidores nacionales e internacionales, refiere Alarcón.
Licitación: punto de partida
El restaurante La Muralla empezó su posicionamiento en la capital peruana luego de que la Municipalidad Metropolitana de Lima iniciara una licitación para la apertura de un nuevo restaurante en el parque del mismo nombre.
En aquel año, 2004, Michael Alarcón se encontraba estudiando una maestría cuando se enteró de la licitación y decidió participar en este proceso.
"Era obvio que el proyecto requería capital, algo que inicialmente nos generó muchas dudas. No obstante, pudimos llevar adelante nuestra participación gracias a la maestría que cursaba. Ese fue el inicio de esta aventura que acaba de cumplir 18 años en el mercado", detalla el empresario.
Datos
- El Grupo Gastronómico La Muralla nació hace 18 años con su primer restaurante, La Muralla, ubicado al interior del parque con el mismo nombre en el Centro Histórico de Lima.
- Michael Alarcón viene de una familia dedicada al negocio de la gastronomía. Sus padres abrieron hace varios años una cebichería, que además se hizo famosa por sus pollos a la brasa.
Más en Andina:
(FIN) DOP/SDD/JJN
JRA