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Agricultura familiar: conoce su importancia para el Perú y su reconocimiento internacional

La Unesco declaró al 2014 como Año Internacional de la Agricultura Familiar

La Política Nacional Agraria del Perú considera a la agricultura familiar como como eje y base de todo su sistema agroalimentario. ANDINA/Difusión

La Política Nacional Agraria del Perú considera a la agricultura familiar como como eje y base de todo su sistema agroalimentario. ANDINA/Difusión

14:09 | Lima, set. 10.

La agricultura familiar cumple un papel clave en la lucha por la erradicación del hambre y la pobreza, en la seguridad alimentaria y la nutrición de la población, así como para mejorar las condiciones de vida, la gestión de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura familiar incluye todas las actividades agrícolas de base familiar y se relaciona con varios ámbitos del desarrollo rural. La agricultura familiar es una forma de clasificar la producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril y acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres.


Tanto en países en desarrollo como en países desarrollados, la agricultura familiar es la forma predominante de agricultura en la producción de alimentos.


Para la FAO, a nivel de cada país hay varios factores clave para un desarrollo exitoso de la agricultura familiar, como las condiciones agroecológicas y las características territoriales, el entorno normativo, el acceso a los mercados, el acceso a la tierra y a los recursos naturales, el acceso a la tecnología y a los servicios de extensión, el acceso a la financiación, las condiciones  demográficas, económicas y socioculturales, o la disponibilidad de educación especializada, entre otros.


La agricultura familiar en Perú


La Política Nacional Agraria del Perú considera a la agricultura familiar como eje y base de todo su sistema agroalimentario, que permite alcanzar el objetivo de lograr una dieta saludable, producida eficientemente, que no produce daño al medio ambiente y es accesible para todos. Asimismo, tiene un importante papel socioeconómico y cultural.


En ese sentido, dicha política resalta el empoderamiento de la mujer rural debido al rol central que desempeña en la seguridad alimentaria y la agricultura familiar. En Perú son más de 3 millones de personas dedicadas a la agricultura familiar, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).


También es fundamental el papel que desempeñan las comunidades campesinas y nativas, que conducen grandes extensiones de territorio biodiverso y son depositarias de los conocimientos y tecnologías ancestrales; y enfatiza la promoción de la economía circular en la agricultura.


La Política Nacional Agraria busca la aplicación de fundamentos agroecológicos en la producción agrícola, la innovación agrícola y la tecnología como herramientas esenciales que contribuyan con el incremento de la productividad de los agricultores y las agricultoras.

Rol crucial durante la pandemia


La pandemia del covid-19 ha mostrado la gran importancia de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria, así como su potencial para la superación de la pobreza, la generación de empleo y la reactivación de la economía en general.


En ese sentido, la Política Nacional Agraria busca impulsar una producción de alimentos orientada a enfrentar el hambre, la anemia y la malnutrición, lo que coadyuvará a la mejora del bienestar de las personas, especialmente, de aquellas en situación de pobreza y vulnerabilidad.


Ello implica que los sistemas alimentarios estén vinculados a objetivos de sostenibilidad, productividad, nutrición, inclusión, género y resiliencia frente al cambio climático.


Por ello se debe priorizar elevar el nivel de vida de los productores agrarios, el uso sostenible de los recursos, el desarrollo de procesos de inclusión social y económica de la población rural y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y nutricional.


El más claro ejemplo del aporte clave de la agricultura familiar durante la pandemia en Perú son los mercados “De la chacra a la olla”, impulsados por el Midagri y cuya presencia en todas las regiones del país permitió a la población adquirir alimentos de primera necesidad a precio de productor, sin intermediarios, lo que benefició directamente a las familias agricultoras y a los consumidores. 

Reconocimiento internacional


En la 66ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas se declaró oficialmente al 2014 como Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF). La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) fue invitada a facilitar su implementación en colaboración con gobiernos, organismos internacionales de desarrollo, organizaciones de agricultores y otras organizaciones pertinentes del sistema de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales.


El Año Internacional de la Agricultura Familiar 2014 tuvo como objetivo central aumentar la visibilidad de la agricultura familiar y a pequeña escala. Sus cuatro propósitos clave fueron apoyar el desarrollo de las políticas agrícolas, ambientales y sociales propicias para la agricultura familiar sostenible.


Asimismo, aumentar el conocimiento, la comunicación y concienciación del público; lograr una mejor comprensión de las necesidades de la agricultura familiar, su potencial y limitaciones garantizando el apoyo técnico; y también crear sinergias para la sostenibilidad.


Tanto el objetivo central como los propósitos clave han sido recogidos por la Política Nacional Agraria del Perú y están siendo ejecutados por el Midagri.

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 10/9/2021