Debido a la escasez de mascarillas que hubo en un momento de la emergencia sanitaria, Manuel Chávez Ruiz pensó que el Perú podía desarrollar tecnología para evitar su importación. En estos momentos realiza una investigación sobre la eficacia de la protección respiratoria que tienen los tapabocas que usa el personal de salud.
Manuel no toleró la idea de que al personal de salud, responsable de atender a quienes llegaban a las emergencias de los hospitales por contagio con el covid-19, le faltara mascarillas para realizar sus labores sin arriesgar sus propias vidas.
“Llegaban las noticias de diversos lugares del país en los que carecían de ese dispositivo de protección porque no había en el mercado y se debía importar”, recuerda.
Una mañana, en su oficina del Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para Salud (
Censopas), este químico tuvo la idea de realizar un estudio acerca de la eficacia respiratoria de la mascarilla, analizar su hermeticidad, su capacidad de filtración, con la finalidad de producir un tapabocas, como también se le conoce, que sea “made in Perú”.
Las mascarillas que usan los profesionales de la salud deben filtrar partículas diminutas menores a 10 micrómetros y tienen que amoldarse a su rostro de tal manera que el aire que ingresa y sale lo haga mediante un filtro, explica.
“¿Por qué no tener nuestro propio producto para evitar la importación y además el riesgo de que sea de mala calidad?”, se preguntó.
Tecnología sanitaria "made in Perú"
Así, en plena pandemia, presentó su proyecto a las autoridades del Instituto Nacional de Salud (INS), entidad a la que pertenece su centro de trabajo. Al diseñar la iniciativa, robusteció una certeza: que el aporte científico tiene que orientarse hacia las necesidades de la tecnología sanitaria. La lucha contra el covid-19 le reveló que para cumplir ese objetivo el trabajo tiene que ser multidisciplinario.
“
Vamos a demostrar que localmente podemos desplegar nuestras propias capacidades tecnológicas para no importar. El proyecto tiene 75% de ingeniería mecánica pues para elaborar las mascarillas los insumos se basan en principios químicos y físicos que son de las ciencias básicas”, explica Chávez Ruiz, que desde el 2008 trabaja en el
INS, una institución que le permite desarrollar ideas innovadoras para beneficio del país.
Por la salud pública
Manuel es de hablar preciso. No se excede, como buen químico. Habla de sus hijos lo necesario, pero un silencio prolongado se instala cuando habla de su pequeña hija de 8 años con la cual comparte algunos momentos de su estudio escolar cuando se queda en casa a trabajar. Le cuento lo que hago y le enseño a pensar, dice.
Gracias a esos momentos con ella es que ha tomado conciencia de que la pandemia le ha dado la oportunidad de aportar a la salud pública, y su misión es desarrollar una buena tecnología en ese campo. Por eso, en este momento es importante para él plasmar sus conocimientos en el Estado, a pesar de la administración y su burocracia, afirma.
“Le estoy poniendo ganas y fuerzas porque es un desafío sacar adelante una innovación en el Estado, pero insistimos porque el fin de nuestros proyectos es el bienestar de la salud pública”, señala Manuel, chalaco de padres amazónicos y amante del tacacho con cecina y el calor.
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(FIN) DOP/SMS/LIT
JRA
Publicado: 15/9/2020