Las contaminaciones por el nuevo coronavirus se dispara en los Balcanes, y esta región pobre de Europa se prepara para lo peor con sistemas de salud debilitados por la falta de equipos y el éxodo de médicos que fueron a trabajar en el extranjero.
"Si países mucho más grandes y mucho más ricos no pueden manejar la explosión de casos, qué será de nosotros?", se pregunta Zoran Hristovski, quien vive en el norte de Macedonia desde hace unos 40 años. Según datos oficiales, subvalorados pero en aceleración, se han registrado unas 2.200 contaminaciones y unas 25 muertes.
Desde el primer caso anunciado por Croacia el 25 de febrero, los diferentes gobiernos han tomado medidas cada vez más coercitivas para frenar la epidemia: estado de emergencia o catástrofe, cierre de escuelas y fronteras, toque de queda y aplazamiento de elecciones.
Si la situación se tornara explosiva como en Italia, España o Francia, sistemas de salud ya deteriorados podrían colapsar, advierten los médicos.
Ello se debe a un déficit de recursos y médicos o enfermeras salieron a Europa occidental. Porque los Balcanes, con una población que envejece, están experimentando una emigración masiva, en particular de jóvenes muy bien formados, que huyen del desempleo, la corrupción y los bajos salarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que Italia cuenta con 4,1 médicos por 1.000 habitantes, Albania solo tiene 1,2 -la tasa más baja de Europa--, Bosnia 2 y Rumanía 2,2.
En Kosovo, la escasez de médicos obliga normalmente a los habitantes a tratarse en países vecinos, lo que no pueden hacer más debido al cierre de fronteras.
Máscaras vistas sólo en "la tele"
El doctor Blerim Syla, presidente de los sindicatos de la salud, estima que faltan unos 5.500 profesionales en la antigua provincia serbia. "La situación es alarmante, no debemos esconderla", dijo a la AFP.
En Macedonia del Norte, cerca del 50% de los graduados de medicina parten cada año a países como Alemania, según Nikola Brzanov, especialista en urgencias del "club de jóvenes médicos", asociación que aboga por la reforma de los sistemas de salud. "Y a menudo son los mejores médicos los que van al extranjero".
En Belgrado, una profesora de alemán explica, bajo anonimato, que tuvo al menos 10 médicos como estudiantes para prepararlos para ejercer en Alemania. "Se aprendía la comunicación pacientes/médicos", dice a la AFP.
Frente al coronavirus y para tratar de disuadir a los profesionales de irse a otros lugares, Serbia anunció un aumento del 10% de los salarios del personal sanitario.
En Bulgaria, los enfermeros, cuyo número se redujo a la mitad desde el fin del comunismo, protestaron estos últimos meses por su sobrecarga de trabajo y bajos salarios (450 euros mensuales).
Muchos de los 48 millones de habitantes de la región no tienen acceso a equipos de protección, incluso los médicos de primera línea.
"Las mascarillas de protección sólo las vemos en la televisión", dijo un médico del hospital Coltea de Bucarest. Unos 50 trabajadores sanitarios de un hospital del noreste de Rumanía fueron contagiados por un paciente.
Los diferentes gobiernos "han invertido poco en el sector de la salud y esto se hace visible en tiempos de crisis", señaló Florian Bieber, especialista de los Balcanes.
Héroes improbables
"En la sala de reanimación sólo hay tres respiradores, es una miseria", dice a la AFP Abdysh Bajgora, médico del centro de urgencias de Pristina.
En Bosnia, el pequeño número de respiradores también preocupa. La ministra de Relaciones Exteriores de Bosnia, Bisera Turkovic, pidió a los jefes de misiones diplomáticas que traten de encontrarlos en los países donde están.
Croacia, Rumania y Bulgaria son miembros de la Unión Europea a diferencia del resto de la región que no tiene acceso directo a fondos europeos.
Algunos países como Serbia se volvieron hacia China denunciando la falta de "solidaridad" de Bruselas, que decidió limitar las exportaciones de material de protección.
Belgrado minimizó en un inicio la pandemia, pero luego tomó medidas más restrictivas. En estos tiempos de crisis, han nacido héroes improbables. En Macedonia del Norte, el ministro de Salud, Venko Filipce, fue alabado por su calma y profesionalismo, inspirando un "meme" en internet donde lleva el traje de Superman.
Lo mismo ocurre con su homólogo croata, Vili Beros, un neurocirujano reconocido como "el héroe croata del coronavirus".