Con la decisión de erradicar toda posibilidad de tuberculosis (TB) entre su población de larga estancia, el hospital Víctor Larco Herrera aplicó, en lo que va del año, exámenes preventivos a 30 de sus pacientes más vulnerables y dispuso que el personal médico se mantenga alerta ante cualquier indicio de aparición de esa enfermedad.
La evaluación forma parte del programa de prevención y atención temprana de TB que el hospital desarrolla con recursos propios desde febrero de este año, refirió la directora general, Elizabeth Rivera Chávez.
El objetivo, dijo, es desaparecer toda posibilidad de desarrollo de esa enfermedad dentro del hospital, considerando que la condición de salud de sus pacientes los expone a un contagio rápido.
Hasta el momento, han sido evaluados los pabellones 12 y 13 (pacientes agudos), así como 9 y 4 (varones) y 20 (mujeres). La prioridad han sido los más vulnerables por sus condiciones de salud y edad, así como aquellos de los que se tenía alguna sospecha, explicó.
Precisó que en los próximos días se continuará con este trabajo hasta cubrir a los grupos más vulnerables y se mantendrá la alerta médica ante cualquier indicio de esta enfermedad.
El examen de descarte se realiza a través de rayos X de tórax, así como del examen de esputo o muestras de jugos gástricos. Adicionalmente, se les toma un hemograma completo (examen de sangre) para descartar anemia.
La acción preventiva fue decidida por la dirección general e implementada por el programa de lucha contra la TBC, que en el hospital dirige el médico Juan Ramos Sáenz. El año pasado fueron descartados más de 100 pacientes, con apoyo del hospital Loayza y del centro de salud de San Isidro. Este año es con recursos propios.
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(FIN) NDP/RRC