En un contexto de mayor necesidad de promoción de los inmuebles formales, las viviendas de interés social (VIS) emergen como una respuesta integral porque proporcionan un techo asequible a muchas familias y transforman positivamente la infraestructura urbana, según la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI).
Sostuvo que la ejecución de proyectos inmobiliarios, respaldados por licencias municipales y desarrollados por empresas formales, es crucial para el desarrollo sostenible de las ciudades.
“Contrario a la creencia popular de que la construcción de nuevos proyectos de viviendas colapsará las redes de agua, desagüe y electricidad, es fundamental destacar que estos desarrollos realizan inversiones significativas en la renovación y ampliación de estas infraestructuras”, dijo el presidente de ASEI, José Espantoso.
Según precisó el directivo, cuando se planea un edificio de vivienda, sea VIS o no, se exige a los desarrolladores inmobiliarios, como requisito indispensable, la implementación de obras complementarias que mejoren la entrega de servicios de agua, por ejemplo, no solo para sus proyectos, sino también para el vecindario en su conjunto.
“Los desarrolladores inmobiliarios formales son los que invierten en ampliar y mejorar la infraestructura de los servicios básicos existentes. De esta forma, se garantiza la sostenibilidad del proyecto y se contribuye al bienestar de la comunidad, al reducir la carga sobre los servicios existentes”, detalló.
Es así como, dependiendo de las dimensiones de los proyectos inmobiliarios, se puede destinar recursos entre 1.5% y 3% del costo total directo del proyecto en la ejecución de obras complementarias solicitadas por las empresas prestadoras de servicios públicos para generar esta infraestructura adicional.
“Inclusive, existen proyectos en los que se incorporan reservorios u otro tipo de obras que permiten suministrar agua a las futuras viviendas”, señaló José Espantoso.
Indicó que los proyectos de viviendas de interés social también impactan de forma positiva en la comunidad, generando ciudades más inclusivas, conforme a los pilares señalados en el Foro Económico Mundial, como habitabilidad, resiliencia, sostenibilidad y asequibilidad.
El directivo también consideró que la creciente informalidad y el tráfico de terrenos representan un desafío crítico que debe ser enfrentado con determinación por las autoridades nacionales y locales, pues comprometen la calidad de vida de los ciudadanos y propician el colapso en las infraestructuras urbanas.