La feligresía católica y cientos de visitantes celebran las festividades en honor de la Virgen Reyna de Belén Patrona Jurada de la ciudad del Cusco y el Glorioso Mártir Patrón San Sebastián en los distritos de Santiago y San Sebastián, respectivamente.
Del 19 al 26 de enero de cada año, las actividades religiosas y culturales se apoderan de los centros históricos de estas dos localidades ubicadas al oeste y sur de la gran ciudad del Cusco, lugares donde católicos, fieles a su tradición, reviven con algarabía su devoción a las santísimas imágenes.
En el templo colonial de Belén, el padre Melquiades Jorge Chacón Mendoza ofició una misa central al pie de la cariñosamente llamada “mamacha Belen”, a la cita concurrieron autoridades locales, mayordomos, danzarines, músicos y la población en general.
En su homilía, el párroco de la Parroquia Nuestra Señora Reyna de Belén del Cusco y Notario Canciller de nuestra Arquidiócesis, invitó a mantener nuestra mirada en la Virgen María, depositando en ella nuestra confianza y cariño, clamó por la salud, consuelo y ayuda para ser buenas personas “veamos en ella fortaleza y compañía. No tengamos miedo de hacer lo correcto", recalcó.
También se ofició una misa en el templo colonial de San Sebastián, a la que concurrieron miles de fieles, en las que también estuvieron autoridades municipales, representantes de la sociedad civil, de las asociaciones folclóricas y visitantes atraídos por la cultura viva.
Aquí la fiesta se vivió con quemas de castillos la noche del 19, al día siguiente la celebración central y durante estos días el despliegue de más de 20 danzas autóctonas a ritmo de música típica. Las celebraciones culminarán en la octava a recordarse el 26 de este mes.
En San Sebastián las celebraciones en honor a la sagrada imagen del mártir se desarrollan desde diciembre con el anuncio, luego el desplazamiento de las danzas, una por día hasta llegar a vísperas de la gran semana de festejos, con rituales y actividades costumbristas, como “la Bajada de Trono y amarre”, “Romería”, “Cacharpari”, entre otras.
Durante los días festivos los asistentes aprecian las multitudinarias procesiones, disfrutan de las coloridas danzas, las ocurrencias de los danzarines, regalos, degustación de comida típica como el delicioso “Chupe de Peras”, y la ingesta de bebidas como la chicha de jora y cerveza. Afortunadamente no hubo incidentes.