El 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos recuerda la lucha histórica por la igualdad de derechos y la necesidad de seguir avanzando hacia entornos laborales más justos.
En este contexto, Vianka Villena, asociada de Miranda & Amado e integrante del Área Laboral, comparte recomendaciones para garantizar que las mujeres, en toda su diversidad, puedan desarrollarse en igualdad de condiciones en cada etapa de la relación laboral.
Inicio de la relación laboral
La especialista señala que uno de los primeros pasos para promover la igualdad de género en el ámbito laboral comienza desde el proceso de selección. Asegura que para garantizar un reclutamiento justo, libre de sesgos de género, es esencial estandarizar las entrevistas y enfocar la selección en las habilidades y competencias de los postulantes.
"Es importante que el proceso de selección se base exclusivamente en la idoneidad de los candidatos para el puesto, dejando de lado factores irrelevantes como el género, la edad o el estado civil", enfatiza.
También destaca que la ley peruana prohíbe las convocatorias laborales con criterios discriminatorios. Por lo tanto, no es posible excluir a un candidato por motivos ajenos a la función a desempeñar. Una práctica adicional que recomienda es la implementación de CV ciegos, que consiste en eliminar información personal irrelevante, como nombre, edad, género o foto, en las hojas de vida de los postulantes. De esta manera, solo se evalúan la experiencia, formación y habilidades de los candidatos, asegurando un proceso de selección más equitativo.
Durante la relación laboral
De otro lado, Villena precisa que, durante la relación laboral, existen tres etapas esenciales para garantizar la igualdad de género.
1. Primera etapa: Tiene que ver con la creación de un ambiente inclusivo y justo. En este sentido, es fundamental que las empresas generen espacios que impulsen el talento de las mujeres, asegurando que tengan las mismas oportunidades de promoción y ascenso que sus colegas hombres. "La igualdad salarial y la no discriminación por género son derechos fundamentales protegidos por la ley, por lo que es necesario contar con políticas salariales claras y con un cuadro de categorías y funciones bien definido", destaca.
Otra recomendación importante es la implementación de programas de mentorías, en los que líderes de la organización apoyen y orienten el desarrollo profesional de las mujeres, ayudándolas a superar posibles barreras y aumentando su visibilidad dentro de la empresa.
2. Segunda etapa: Subraya la importancia de la conciliación entre la vida personal, familiar y laboral. "El compromiso con la conciliación permite generar entornos laborales accesibles para todas las mujeres, especialmente para aquellas con responsabilidades familiares", agrega. Asimismo, la ley exige contar con espacios de lactancia adecuados, reubicar a las trabajadoras gestantes en caso de riesgo y otorgar licencias por maternidad y lactancia.
Sin embargo, algunas organizaciones han ido más allá de lo establecido por la ley, implementando prácticas como horarios flexibles, licencias extendidas o días libres para el cuidado familiar, lo que contribuye a un equilibrio más justo entre la vida laboral y personal, comenta la abogada.
3. Tercera etapa: Consiste en la necesidad de garantizar un entorno seguro y respetuoso para todas las mujeres, libre de cualquier forma de violencia de género. La ley exige que las empresas investiguen y sancionen las manifestaciones de hostigamiento sexual laboral, al tiempo que deben difundir los canales de atención ante quejas o denuncias. Villena también propone que las organizaciones implementen programas de capacitación sobre temas como el respeto a la comunidad LGBTIQ+, la eliminación de sesgos y prejuicios en el ambiente laboral, y la promoción de masculinidades positivas.
Término de la relación laboral
En cuanto al término de la relación laboral, la especialista refiere que la legislación peruana protege a las trabajadoras frente a despidos vinculados a motivos prohibidos, como el embarazo, la maternidad o la lactancia. "Es crucial que las empresas gestionen los ceses laborales de manera que se respete el principio de igualdad y no discriminación", afirma.
En particular, en el caso de las contrataciones temporales, se aconseja renovar el contrato de las trabajadoras durante su embarazo o lactancia, siempre que persista la causa objetiva de la contratación. Por otro lado, al llevar a cabo un despido, debe garantizarse que esté correctamente tipificado y sustentado, basándose en pruebas y hechos, puesto que, ante un eventual cuestionamiento de la medida, el empleador deberá acreditar la causa del despido.
Finalmente, acota que contar con espacios seguros y libres de violencia basada en género, donde las mujeres puedan desarrollarse con tranquilidad, proyección y en igualdad de condiciones, no solo beneficia a quienes trabajan en la organización, sino que también impacta positivamente en el clima laboral y la productividad. “Apostar por un entorno más equitativo fortalece el compromiso del equipo, impulsa la innovación y refuerza una sociedad más justa”, segura Villena.
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(FIN) NDP/GDS
Publicado: 15/3/2025