La Corte Superior de Justicia de Cusco, dispuso nueve meses de prisión preventiva de la libertad para seis suboficiales de la Policía Nacional del Perú, acusados de presunto hurto de 7,000 soles a un mecánico y su madre en la vía Interoceánica-Madre de Dios Cusco.
Este fin de semana, la
jueza Sandra Edith Clavo Barreda, del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria en Delitos de Corrupción de Funcionarios, ordenó la medida coercitiva por el
presunto delito contra la administración pública, cometido por funcionarios públicos, en la modalidad de cohecho pasivo propio.
De acuerdo a una lista, los agentes son: Edgar Candia Medina, Elvis Bárcena Villano, Paul Rosas Delgado, Mirco James Enríquez Luna, Saul Astete Huarayo y Romel García Ventura, pertenecientes a la Policía de Carreteras de Quincemil.
Según las investigaciones, la mañana del 25 de febrero, los policías a bordo de tres patrulleros realizaron un operativo de identificación de personas en el sector de “Pinacchayoc”, donde intervinieron un auto de transporte interprovincial que se dirigía a la ciudad del Cusco.
El ciudadano Erick A.G. (30), natural de Ayacucho y su madre Leonarda G.H. (49), fueron descendidos por tener unos 10,000 soles entre sus pertenencias. Según una denuncia hecha en la comisaría de Quincemil, fue producto de sus trabajos como mecánico y ama de casa.
Durante una entrevista detrás de vehículos estacionados, los efectivos habrían increpado que sería de la “minería informal” o el “narcotráfico” y luego habrían solicitado un donativo y no aceptaron, pese a la resistencia y llanto de las personas intervenidas, unos 2,000 o 5,000 soles.
La fiscal Nayarith Milagros Arana Paucar, del Primer Despacho de Investigación de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Cusco, afirmó que dicha solicitud habría sido para omitir la intervención por tenencia de la suma de dinero. Finalmente se quedaron con la suma de 7,000 soles, porque dijeron que no les alcanzaría al ser seis los policías.
Un conductor de la zona les sugirió hacer la denuncia y tras ella, se montó un operativo que permitió la captura inicialmente de cuatro y finalmente de los otros dos, los mismos que serían trasladados hasta la ciudad del Cusco.
La jueza, tras la prolongada audiencia, dispuso el internamiento de los miembros del orden en el penal de varones Qenccoro mientras duren las investigaciones; antes de ser conducidos hicieron sus descargos, lloraron afirmando tener hijos menores, familiares de la tercera edad y hasta enfermedades, también dijeron que son objeto de calumnia y difamación.