Entre las muchas frutas peruanas catalogadas como auténticos superalimentos destaca una cuyo consumo se remonta a, por lo menos, unos 8,000 años según estudios arqueológicos, y que destaca por su suave dulzura y notables atributos nutricionales. Se trata del pacae o pacay, una joya alimentaria que debemos incluir en nuestra dieta frecuente por sus excelentes beneficios para la salud.
Características
El pacae o pacay, cuyo nombre científico es Inga feuilleei, es un árbol mimosáceo de la familia de las leguminosas, de la que nacen grandes vainas de color verde oscuro y de consistencia dura, de 3 a 5 centímetros de largo.
En el interior de estas vainas se encuentra el fruto comestible, constituido por una pulpa de color blanco que conforma una cápsula cuya suave textura se asemeja a un copo de algodón embebido en un dulce néctar con alto contenido de agua y nutrientes. Esta cápsula recubre una semilla o "pepa" de color negro, de textura lisa y dura.
El árbol del pacae crece hasta los 15 metros de altura, posee tronco bajo y ramificado casi desde la base. Sus frutos son muy apreciados en el mundo rural. Es muy común ofrecerlo a los viajeros en buses interprovinciales.
Asimismo, es divertido el reto de cosechar vainas de pacae en árboles de altura considerable, usando palos con ganchos o derribarlos con piedras u algún otro objeto arrojadizo.
Distribución geográfica
El pacae o pacay se cultiva y crece en los valles interandinos de la costa norte y central, así como en la ceja de selva peruana.
Fruto ancestral
La evidencia más antigua de pacae en el Perú está documentada en el sitio de Nanchoc, ubicado en el valle de Zaña, departamento de Lambayeque. Si bien no se ha encontrado evidencia directa de este fruto, se ha reportado almidón de pacae contenido en restos de sarro de dientes molares procedentes de esqueletos de dicho asentamiento.
Dichos molares fueron fechados con radiocarbono, arrojando una antigüedad que oscila entre los 7,142 y 5,802 a.C. Según estos datos, el consumo de pacae en el Perú tiene al menos 8,000 años.
Según los arqueólogos, el pacae ya era ampliamente consumido durante el periodo precerámico tardío. Se ha encontrado evidencia de pacae en los sitios de Bandurria (valle de Huaura), Caral (valle de Supe), Cerro Lampay (valle de Fortaleza) y Salinas de Chao (valle de Chao), en la época donde se construyeron los primeros centros ceremoniales antes de la introducción de la cerámica en el Perú, hacia el 1,800 a.C.
Culturas como Cupisnique, Paracas, Moche y Chimú, entre otras, representaron este importante fruto andino en su iconografía y cerámica.
Cuando los españoles llegaron al Perú conocieron la importancia del pacae en la alimentación local. Tanto es así que Pedro Pizarro, hermano del conquistador, cuenta en sus memorias que el inca Atahualpa envió al conquistador Francisco Pizarro una canasta de pacae como obsequio dado que era una de sus frutas favoritas. Años después, el obispo de Trujillo en el virreinato del Perú, Baltasar Jaime Martínez Compañón, registró este fruto en su famosa obra “Trujillo del Perú”.
Atributos nutricionales
La pulpa del pacae tiene bajo aporte calórico (53 calorías por cada 100 gramos) y contiene vitaminas A, B y C, así como antioxidantes, minerales como hierro, fósforo y calcio, fibra y agua.
Sus semillas, que son comestibles al ser cocinadas, contienen micronutrientes y minerales, así como compuestos fitoquímicos fenólicos como el ácido gálico que tiene propiedades anticancerígenas.
Beneficios para la salud
Entre los beneficios para la salud que brinda el pacae destacan el bajo impacto calórico de su pulpa, lo que la hace recomendable para las dietas que ayudan a bajar de peso o mantener un peso saludable, además de prevenir o tratar la diabetes tipo 2 o mellitus.
Asimismo, contribuye a reducir el colesterol malo y los triglicéridos en virtud de su aporte de fibra que también estimula la buena digestión y, gracias a su aporte de antioxidantes, mejora la salud de la piel, los ojos y del sistema inmune.
Por su parte, el aprovechamiento de la pepa o semilla del pacae ayuda a controlar la caída del cabello y la corteza del árbol tiene propiedades antiinflamatorias por lo que ayuda a tratar enfermedades como el reumatismo.
Las hojas del árbol del pacae pueden utilizarse para preparar infusiones que ayudan a aliviar dolores de cabeza y calmar los nervios.
(FIN) LZD/MAO
También en Andina: