La complejidad geográfica del país, sumada a la necesidad de una transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles, plantea retos importantes.
La electrificación es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier nación. En el caso del Perú, este proceso experimentó un avance significativo en las últimas décadas, reduciendo la brecha entre las zonas urbanas y rurales, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Sin embargo, aún persisten desafíos en la última milla, donde la geografía accidentada y la dispersión poblacional dificultan la tarea de llevar energía eléctrica a todos los hogares, asegura el director general de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía y Minas (Minem), José Meza.
“El acceso a la electricidad mejora significativamente la calidad de vida de las personas, permitiendo ampliar las horas de trabajo, facilitar el estudio nocturno, posibilitar el acceso a la información y a servicios básicos como la refrigeración”. precisó.
Durante su participación en el la I Expo Internacional del Sector Eléctrico PECIER-FISE, el funcionario comentó que, en el contexto de la pandemia, la importancia de contar con energía eléctrica se hizo aún más evidente, al revelar que una gran parte de la población peruana carecía de este servicio esencial.
Cobertura
El Poder Ejecutivo estableció metas ambiciosas para incrementar la cobertura eléctrica en los próximos años, pero la implementación de estos planes requiere de una inversión sostenida y de la coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno.
Las zonas rurales, especialmente en la Amazonía, son las que presentan mayores desafíos debido a su inaccesibilidad y a la dispersión de la población. La geografía accidentada, los ríos caudalosos y la densa vegetación dificultan la construcción de líneas de transmisión, mientras que la baja densidad poblacional hace que las inversiones en infraestructura eléctrica sean menos rentables.
Además, la falta de acceso a servicios básicos, como carreteras y caminos, dificulta la llegada de técnicos y equipos para realizar las instalaciones. Las energías renovables, como la solar y la eólica, desempeñan un papel cada vez más importante en la electrificación rural.
Su costo disminuido considerablemente en los últimos años, lo que las convierte en una alternativa viable y sostenible, especialmente en zonas aisladas donde la extensión de la red convencional resulta costosa y compleja, detalla Meza.
Energías renovables
El potencial de las energías renovables en el Perú es enorme, gracias a su abundante radiación solar y a los vientos fuertes en algunas regiones. Sin embargo, hay desafíos asociados a la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico, como la intermitencia de la generación y la necesidad de sistemas de almacenamiento.
Las políticas públicas promueven la investigación y el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, así como la creación de mercados de energía que permitan una mayor participación de las energías renovables. La transición hacia una economía baja en carbono es un imperativo global.
En este contexto, la electrificación de la economía y la promoción de la movilidad eléctrica son elementos clave. El Gobierno fijó medidas importantes para fomentar la inversión en infraestructura de carga y para impulsar la producción y el uso de vehículos eléctricos.
Sin embargo, aún es necesario fortalecer el marco regulatorio y ofrecer incentivos adicionales para acelerar este proceso.
Electromovilidad
La electromovilidad no solo contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejora la calidad del aire en las ciudades y reduce la dependencia de los combustibles fósiles.
El sector eléctrico peruano experimentó un crecimiento significativo en los últimos años, gracias a la inversión en nuevas centrales de generación y a la expansión de la red de transmisión.
No obstante, aún hay desafíos relacionados con la eficiencia energética, la seguridad del suministro y la integración de las energías renovables al sistema eléctrico.
La eficiencia energética es clave para reducir el consumo de energía y disminuir la presión sobre los recursos naturales. La seguridad del suministro es fundamental para garantizar el funcionamiento de los servicios básicos y para atraer inversiones.
Además, la integración de las energías renovables urge de una planificación cuidadosa y de la adopción de tecnologías avanzadas.
Impacto en la pobreza
La electrificación del Perú no solo es un tema energético, sino también un factor clave para reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida de las personas y promover el desarrollo sostenible, destacó el viceministro.
Al mejorar el acceso a la energía, se pueden impulsar actividades productivas, generar empleo y fortalecer el tejido social. Además, puede contribuir a la conservación del medioambiente al reducir la dependencia de los combustibles fósiles y al promover el uso de tecnologías más limpias y eficientes.
Para lograr una electrificación universal y sostenible, es necesario continuar la inversión en infraestructura, promover el uso de energías renovables, fortalecer la cooperación entre los diferentes niveles de Gobierno y fomentar la participación del sector privado.
La electrificación rural requiere de una planificación adecuada, una inversión sostenida y la colaboración de todos los actores involucrados.
Es fundamental promover la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones.
La electrificación del Perú es un proceso complejo que precisa de una visión a largo plazo y de una acción coordinada. Con una planificación adecuada, una inversión sostenida y la colaboración de todos los actores involucrados, el país podrá garantizar el acceso a la energía para todos sus ciudadanos y contribuir a un futuro más sostenible y próspero.
Centros urbanos
A su turno, el presidente del consejo directivo de la PECIER, Javier Muro, comentó que históricamente el modelo de crecimiento de las redes eléctricas en el Perú se ha basado en la expansión gradual a partir de los centros urbanos.
Si bien se logró una cobertura considerable, esta fue predominantemente enfocada en la provisión de iluminación básica, sin considerar las necesidades de cargas productivas que permitan el desarrollo económico local. La falta de redes trifásicas y la limitada capacidad de las redes restringieron las oportunidades de negocio en zonas rurales.
En este contexto, la I Expo Internacional del Sector Eléctrico PECIER-FISE ofreció una visión integral de los desafíos y oportunidades del sector eléctrico peruano.
El evento destacó la necesidad de una transición energética que vaya más allá de la simple cobertura eléctrica, considerando aspectos como la eficiencia energética, la resiliencia del sistema y la seguridad cibernética, detalló.
La resiliencia del sistema eléctrico es cada vez más valiosa en un contexto de cambio climático y creciente digitalización. Los fenómenos naturales extremos, como sequías e inundaciones, pueden afectar la generación y transmisión de energía. Además, la creciente dependencia de sistemas digitales expone al sector a riesgos cibernéticos que pueden comprometer la seguridad y la continuidad del servicio.
La transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles es otro desafío clave. Si bien el Perú cuenta con un gran potencial hidroeléctrico, la dependencia de una sola fuente puede generar vulnerabilidades ante eventos climáticos extremos.
La diversificación de la matriz energética, incorporando fuentes renovables como la solar y la eólica, es fundamental para garantizar la seguridad energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Inversión mínima
Las energías renovables son una solución complementaria para garantizar esta cobertura universal en el país de forma sostenible, aseguró la especialista sénior de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Lina Escobar.
Se requiere de una inversión mínima de 1,300 millones a 1,500 millones de dólares para electrificar cerca de 850,000 usuarios, proyectó.
“El 90% de estos usuarios se encuentran en zonas rurales dispersas. Asimismo, para dar esta cobertura a estos usuarios, el 59% se podrá hacer con extensiones de red, pero para el 41% lo más eficiente es mediante energía renovable (solución individual o minirred)”, detalló.
Las energías eólicas y solar, el hidrógeno verde también, son potenciales recursos de bajas emisiones en los que debe apostarse a largo plazo.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), la demanda mundial de hidrógeno verde en el 2050 será de 5 a 8 veces mayor que la actual. Más del 30% de la demanda europea y asiática podría ser abastecida por América Latina y el Caribe.
Datos
- El Perú cuenta con algunas regiones claves para la producción de hidrógeno verde a bajo costo: Ica (300 kilómetros al sur de Lima), Piura (900 km al norte) y Arequipa (1000 km al sur de Lima).
- Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 42% de la selva peruana no cuenta con un suministro eléctrico.
- Se está modificando la Ley General de Electrificación Rural para lograr nuestra meta del 96% de cobertura al 2026, comentó el viceministro de Electricidad, Víctor Estrella.
- Cuatro centrales eléctricas iniciaron operación (dos en Ica, una en Talara y otra en Moquegua) en el 2024 y se espera que se inicien cuatro más.
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(FIN) DOP/SDD