Cuatro documentos históricos son el mayor tesoro que sustentan el origen peruano del pisco y que ya se encuentran inscritos en el Registro Regional Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe de la Unesco, destacó el Archivo General de la Nación, que resguarda estos valiosos testimonios históricos.
El funcionario detalló que estos documentos datan de 1587 a 1613 y la Unesco ha reconocido la trascendencia de estos escritos, registrados como escrituras públicas, que documentan la producción, comercialización y exportación de aguardiente de uva, así como la vida económica y social del Virreinato del Perú. Este hallazgo demuestra, por su antigüedad y contenido, que el pisco tiene raíces profundamente peruanas.
Sostuvo que estos documentos no solo fortalecerían la identidad nacional, sino que son un testimonio invaluable de la herencia histórica del Perú y de la relevancia del pisco como símbolo de orgullo y tradición.
“Custodiamos los primeros testimonios de nuestra bebida de bandera y, posiblemente, tengamos documentos aún más antiguos. Continuaremos investigando para seguir poniendo en valor nuestra historia”, expresó Nicolás Díaz.
¿Cuáles son estos documentos históricos?
1. Carta de pago y finiquito (1587): Es el registro más antiguo sobre la producción de aguardiente de uva. Describe conflictos comerciales y los materiales utilizados en la destilación. Se trata de una escritura pública de carta de pago y finiquito entre Manuel de Azante y Jorge Capelo (1587).
Esta joya documental datada el 8 de noviembre de 1587 (acaba de cumplir 437 años desde que se emitió), conocida hoy como el documento más antiguo que habla sobre la producción del aguardiente de uva (destilado que hoy se conoce como pisco, nuestra bebida de bandera); contiene el pleito mediante el cual Jorge Capelo solicita a Manuel de Azante el pago de la mitad de sus bienes y hacienda, lo motivó a pedir que le devuelvan una caldera y otras cosas que le había entregado. Por su lado, Manuel de Azante pedía a Jorge Capelo el pago y cuenta de mucha cantidad de aguardiente y vino, entre otras cosas que le había entregado. Se muestran los registros más antiguos relacionado a la producción y comercio del aguardiente de uva, mencionando materiales necesarios para su destilado, y también mencionando cantidad de aguardiente en los almacenes.
2. Escritura de compañía (1589): Evidencia el comercio marítimo del aguardiente desde el puerto de Pisco, con la exportación de 100 botijuelas hacia Arica y otros destinos. El documento entre Juan Corzo y Andrea Candia (1589).
Este segundo documento, datado el 02 de noviembre de 1589, es un testimonio en el cual se evidencia la constitución de una compañía con fines de pulpería en la Villa de Valverde, esta funcionaba desde 3 años antes de la fecha de la escritura (es decir en 1586), y en el documento se aprecia otros aprovechamientos y buenas diligencias en que adquirieron los bienes siguientes: 400 botijas de vino que estaban embarcadas en el barco de Felipe Corzo y 100 botijuelas de aguardiente que iban en el mismo navío y barco, licores que eran llevados para ser vendidos por Juan Corzo en el puerto de Arica o en donde a él le pareciera, siendo las ganancias repartidas por igual entre ambos personajes. Es decir, en el mismo documento podemos apreciar certezas de producción y comercialización marítima del aguardiente de uva, que habría salido del puerto de Magdalena de Pisco.
3. Testamento de Manuel de Azante (1605): Primer registro de una caldera para destilación, detallando materiales y prácticas de almacenamiento de aguardiente. Este tercer documento, datado el 30 de octubre de 1605, mediante el cual Manuel de Azante, natural de la isla de Zante en el reino de Venecia, nombra como albaceas a Pedro Manuel, Jorge de Candia y Nicolás de Candia; y como herederos a sus hijos Gabriel de Sante, mestizo, residente en el Colegio de los Teatinos, y María Manuela, mestiza, esposa de Mateo Gregorio, residente en Manila.
Por otro lado, esta escritura permite conocer materiales necesarios para el destilado del aguardiente de uva, mencionando además cierta cantidad de aguardiente en los almacenes. Algo muy importante es que por primera vez queda registrada en un documento de esta naturaleza y como parte del inventario testamentario, una caldera para hacer aguardiente, es decir queda claro el uso de este importante elemento para el proceso de elaboración del aguardiente de uva que producía y comercializaba Manuel de Azante.
4. Testamento de Pedro Manuel el Griego (1613): Describe elementos de producción y comercio en Ica, reflejando prácticas sociales y económicas de la época. Este cuarto documento, datado el 30 de abril de 1613, valioso documento descubierto en 1986, fue hasta el 2024, el documento más antiguo que atestiguaba, ya en el año 1613, elementos para la producción del aguardiente de uva, los cuales se listan en el inventario testamentario.
Esta escritura permite dar a conocer diversos aspectos del período del Virreinato del Perú, que se dio en la Villa de Valverde de Ica donde se registran elementos relacionados a la producción, comercio y almacenamiento del aguardiente de uva. Asimismo, por la antigüedad de sus registros nos describen las relaciones de parentesco, los roles de actores de la época que debieron ser regidos por el antiguo formulismo de los testamentos que ocultan prácticas y estructuras mentales relacionadas con la creencia en la paz para una vida futura y la salvación del alma dejando en orden los asuntos terrenales.
El 2025 se presentará ante Programa Memoria del Mundo
En otro momento, el jefe institucional del Archivo General de la Nación ratificó que
el 2025 se impulsará la inscripción de estos registros en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco, subrayando que “ese es el impacto social que se debe lograr como entidad pública”.
Como lo había adelantado para la Agencia Andina, Nicolás Díaz afirmó que el Estado peruano presentará en el primer semestre de 2025 ante el Comité Consultivo Internacional (CCI) del Programa Memoria del Mundo de la Unesco, la máxima instancia de este programa, los documentos históricos sobre el origen peruano del pisco.
El funcionario afirmó que para lograr esta inscripción el equipo del Archivo General de la Nación realiza un trabajo de largo aliento. "Nos sentimos muy complacidos por el esfuerzo de nuestros especialistas, quienes han trabajado incansablemente para lograr este registro", apuntó.
El anuncio se hizo durante la ceremonia donde el Comité Peruano Memoria del Mundo de la Unesco entregó al Archivo General de la Nación los certificados de ingreso a su registro de los manuscritos sobre el pisco.
El acto fue presidido por el presidente del Comité Peruano Memoria del Mundo de la Unesco, Fernando López Sánchez, junto a la secretaria técnica, María del Pilar Agapito Roca. También se contó con la participación de Johnny Schuler Rauch, presidente de la Academia Peruana del Pisco, quien celebró este importante reconocimiento al patrimonio cultural peruano.