El distrito peruano de Chancay, en cuyas costas se termina la construcción de un megapuerto con capital chino, apuesta por convertirse en un polo nacional de desarrollo, si bien su alcalde, Juan Álvarez, advierte que se necesita un plan que incluya la construcción de infraestructuras para permitir un crecimiento organizado de la localidad.
"Eso es lo que no estamos queriendo. Por eso, en los próximos días se está aprobando el plan de desarrollo urbano", explicó Álvarez en una entrevista con EFE.
El nuevo puerto, ubicado a unos 70 kilómetros de Lima, será inaugurado el próximo jueves por el presidente chino, Xi Jinping, junto a la mandataria peruana, Dina Boluarte, y se convertirá en la joya de la corona de la Nueva ruta de la seda en Suramérica.
Pertenece, en un 60 %, a la empresa estatal china Cosco Shipping y, en un 40 %, a la minera peruana Volcan Compañía Minera, la cuarta productora de plata y zinc a nivel mundial.
Según los cálculos del alcalde del distrito, el puerto dará trabajo de forma directa en una primera fase a unas 5.000 personas, "que se van a incorporar a la cadena productiva".
A ello se sumará el turismo que espera que atraiga la nueva infraestructura.
"Ya en este momento tenemos un considerable incremento del turismo por visitantes, (que llegan) para saber en qué lugar está el puerto de Chancay, pero también las inversiones privadas en las industrias que se van a procurar que se instalen aquí", subrayó.
Ese proyecto se vería beneficiado por la aprobación de una zona económica especial privada.
En opinión de Álvarez, esa zona debe ser de "renta de cero" en materia de impuestos, pero "con posibilidades en el tiempo de incrementarla" de manera paulatina.
Una población en crecimiento
En los cálculos de la Alcaldía, el crecimiento poblacional, a partir del próximo año, será del 12,5 %.
"Ahora la migración va a superar tremendamente a la natalidad y nos vamos a ir en 12,5 % (de crecimiento). Quiere decir que, en el lapso de 10 años, Chancay puede duplicarse y, de repente, triplicarse en población", sostuvo.
En ese punto radica la necesidad de implementar el plan de desarrollo urbano que está promoviendo "para zonificar los espacios y que sea una ciudad planificada y ordenada".
El proyecto, para un municipio que el propio alcalde califica de "chiquito", con sus cerca de 65.000 habitantes, necesita el apoyo de las autoridades.
"Lamentablemente, el Gobierno nacional, que tiene el poder económico para invertir en obras de esa naturaleza, no está caminando", remarcó el alcalde.
Álvarez recordó que "Perú ha tenido una serie de problemas políticos que han llevado al país a tener seis presidentes en seis años".
"Ahora, la misma presidenta de la República (Dina Boluarte) tiene una situación difícil, pero nosotros creemos que esta gran posibilidad se nos da, precisamente, si hay aportes en conceptos políticos para las obras de gran envergadura que tienen que venir", acotó.
Por ello, y apelando a las posibilidades de creación de empleo, reclamó voluntad política.
Agua y seguridad
Como toda la costa de Perú, el distrito de Chancay tiene un clima desértico, lo que supone un desafío ante el incremento poblacional que se prevé.
Por eso, según explicó el alcalde, están priorizando los proyectos para el suministro de agua y tratamiento de aguas residuales.
"Si viene en forma contundente, el incremento poblacional definitivamente no va a poder resistir lo que tenemos en este momento", comentó.
Adicionalmente, subrayó que Perú "está pasando por un momento extremadamente difícil" por el impacto de la inseguridad ciudadana.
Actualmente, según explica, en Chancay tienen un "equipo muy reducido" de seguridad, con 65 agentes policiales que cuentan con dos vehículos para 152 kilómetros cuadrados.
Son dos elementos fundamentales sobre los que debe trabajar el Gobierno para que el futuro de Chancay no sea caótico y le permita convertirse, efectivamente, en un polo de desarrollo.
Y sin embargo, Álvarez es optimista. Al preguntarle por cómo imagina su distrito en una década lo tiene claro: "será una ciudad próspera, una ciudad moderna con balnearios, que no sea solamente el puerto y se aproveche la vista al mar".
Su sueño se completa con "amplias áreas verdes y espacios de tránsito vehicular" que le permitan a su localidad no ser "una ciudad muy apretada".
Una posibilidad que solo el futuro dirá si se cumple o si, como en otras ocasiones, los desafíos superan a la capacidad de respuesta.
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