La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó hoy sobre la situación desesperada en la que viven los refugiados y solicitantes de asilo de regiones como Latinoamérica debido a la pandemia de la COVID-19.
Muchos de los refugiados en América Latina viven en zonas fronterizas o urbanas "y han perdido sus empleos en el sector informal, a menudo sin redes de seguridad social", por lo que las medidas de confinamiento les han dejado sin ingresos, destacó el portavoz de la ACNUR Andrej Mahecic en rueda de prensa.
"Sin posibilidad de pagar alquileres, comprar alimentos o medicinas, muchos están en peligro de quedarse sin hogar, o ya están siendo echados de sus refugios", indicó Mahecic.
El portavoz expresó una especial preocupación por los más de cinco millones de refugiados y migrantes venezolanos, la mayoría de ellos asentados en países vecinos de Suramérica, ya que un 80 % de los que trabajan lo hacen sin contrato, en la economía informal, según encuestas realizadas en la región en 2019.
"El número de venezolanos sin hogar aumenta día a día en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Algunos de ellos se ven obligados a recurrir a la prostitución, la mendicidad o el comercio ambulante", señaló.
Mahecic añadió que la xenofobia y la discriminación hacia estas comunidades han aumentado con la crisis sanitaria, ya que muchos refugiados no pueden cumplir las medidas de cuarentena "y son convertidos en chivos expiatorios o estigmatizados".
La ACNUR subrayó que se ha registrado un flujo de venezolanos que intentan regresar a su país debido a las dificultades económicas que sufren en los países de acogida, pese al cierre de fronteras en la región.
El portavoz también alertó sobre la situación en Centroamérica y México, donde "los confinamientos, unidos al aumento de la violencia y las extorsiones por parte de bandas armadas, están perjudicando especialmente a desplazados internos y comunidades en riesgo".