La inversión extranjera directa (IED) es un motor fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo de cualquier nación.
En este contexto, la decisión de Victorinox de establecer una subsidiaria en Perú representa un caso de estudio paradigmático sobre cómo la inversión privada puede transformar un mercado.
La firma suiza, reconocida por sus icónicas navajas y productos de alta calidad, demostró que incluso en mercados relativamente pequeños, una estrategia a largo plazo y un compromiso con la excelencia pueden generar resultados extraordinarios.
Trayectoria
A lo largo de más de una década, la empresa logró un crecimiento sostenido en Perú, gracias a una estrategia comercial bien definida que combina la calidad de sus productos con un servicio al cliente excepcional. La empresa ha diversificado su red de distribución, abriendo tiendas propias y estableciendo alianzas estratégicas con retailers locales, comenta el gerente regional de Victorinox, Karl Kieliger.
“Hace 11 años, dimos un paso estratégico al establecer nuestra cuarta filial en Perú, luego de Brasil, México y Chile. Desde un pequeño equipo inicial de seis personas en Lima, hemos experimentado un crecimiento exponencial, superando los 30 colaboradores en la actualidad”, comenta en artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
El caso de Victorinox es especialmente relevante en un contexto donde Perú busca consolidarse como un destino atractivo para la inversión extranjera. La decisión de la compañía de apostar por el mercado peruano, a pesar de su tamaño, refleja una visión a largo plazo y una confianza en el potencial económico del país.
Al establecer una presencia física en Perú, Victorinox no solo logró expandir su mercado, sino que también contribuyó a la dinamización de la economía local, generando empleo y fomentando el desarrollo de proveedores locales.
Mercados locales
Uno de los aspectos más destacables de la experiencia de Victorinox en Perú es su capacidad para adaptarse a las particularidades del mercado local. De acuerdo con Kieliger, la empresa logró posicionarse como una marca premium, ofreciendo productos de alta calidad que responden a las demandas de un consumidor peruano cada vez más exigente.
Además, demostró una gran flexibilidad en sus estrategias de distribución, combinando la apertura de tiendas propias con alianzas estratégicas con retailers locales, agrega.
La decisión de invertir en Perú también ha permitido a Victorinox acceder a un mercado con un gran potencial de crecimiento. A pesar de los desafíos económicos y políticos que ha enfrentado el país en los últimos años, el consumo peruano mostró una notable resiliencia.
“Fue una excelente decisión. Hace once años, invertir en Perú implicaba cierto riesgo, dada la menor escala del mercado. Sin embargo, esta apuesta ha resultado muy beneficiosa. Hoy, Perú representa entre tres y cuatro veces más nuestro negocio que Colombia, un mercado considerablemente más grande”, destaca el ejecutivo.
“En los últimos 11 años, expandimos nuestra presencia en Perú de manera significativa. Iniciamos con una tienda en el Jockey Plaza y actualmente contamos con cuatro tiendas propias en Lima, además de estar presentes en aproximadamente 100 puntos de venta a escala nacional mediante alianzas comerciales”, asevera.
“Este crecimiento sostenido nos permitió consolidar nuestra marca y alcanzar un posicionamiento líder en el mercado”, añade.
Perspectivas del mercado
De cara al futuro, Victorinox tiene diversos planes de expansión en Perú, afirma Kieliger.
Se busca consolidar su presencia en las principales ciudades y explorar nuevas oportunidades de negocio, como la venta en línea y la personalización de productos. Además, está comprometida con la la responsabilidad social, lo que la convierte en un referente para otras empresas.
“Nuestra estrategia de mercado nos permitió alcanzar un crecimiento sostenido, incluso en años con mayor incertidumbre económica. Este 2024 registramos un crecimiento acumulado a la fecha del 15% y proyectamos cerrar con resultados aún más positivos. La confianza de los consumidores peruanos en nuestra marca fue fundamental para lograr estos resultados, y seguiremos trabajando para fortalecer nuestra posición en el mercado”, destaca.
Proyecta que la empresa cerrará el año con un crecimiento de entre 12% y 15% en comparación con el 2023. “Si bien Lima concentra una gran parte de nuestras ventas (entre 70% y 80%), trabajamos activamente para expandir nuestra presencia en otras ciudades como Arequipa y Trujillo, mediante alianzas con grandes tiendas departamentales como Falabella, para fortalecer nuestra presencia en provincias”.
Detalles
- Invertir en un nuevo mercado, como el Perú, requiere una visión a largo plazo, manifiesta Kieliger.
- Los primeros años suelen ser de inversión, ya que construir una marca y una base de clientes lleva tiempo.
- Sin embargo, después de once años, podemos afirmar que nuestra decisión fue acertada.
- "Aunque los primeros años pueden mostrar pérdidas, la inversión en branding y la construcción de una sólida reputación a largo plazo son fundamentales para el éxito”, afirma el ejecutivo.
- Al elegir al Perú como destino de inversión, la empresa suiza demostró su confianza en el potencial del mercado y contribuyó a fortalecer su imagen a escala internacional.
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(FIN) DOP/SDD/JJN